Elige bien

Guía de compra: cómo elegir un horno de cocina

¿Cuántos sois en casa?, ¿lo usas poco o varias veces a la semana?, ¿te cuesta limpiarlo? Al elegir el horno, no solo importa la estética. Te lo contamos

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Cocinar al horno potencia el sabor, conserva los nutrientes, es más limpio, requiere menor cantidad de aceite o grasa para cocinar y ahorra tiempo en la cocina. Además, el horno es uno de los electrodomésticos del hogar que más consume. Según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), el horno consume un 8,3% del gasto energético de tu hogar. Para que elijas el horno que mejor se adapte a tu cocina, tu bolsillo y tu familia, solucionamos algunas de las dudas más frecuentes.

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¿Dónde va colocado el horno?

Si quieres renovar el horno, tendrás que tener en cuenta varios factores. La primera es su ubicación. Si va colocado bajo la placa, dependiendo si esta trae los mandos integrados o no, tu elección se verá condicionada. Cuando la vitrocerámica tiene mandos propios, puedes instalar un horno independiente. Mientras, si la placa no lleva los mandos integrados, necesitarás un horno polivalente, que incluyen también los mandos de la placa. Este tipo de instalaciones cada vez se realizan menos, pero es habitual que las marcas cuenten con algún modelo así para cocinas con placas de cocina más antiguas.

Elegir horno empotrable o de sobremesa: ¿cuál me conviene?

Los hornos de sobremesa son aquellos independientes, que no requieren de instalación y suelen ser un poco más pequeños que los convencionales. Además muchos modelos incorporan también la opción de microondas, lo que los hace ideales para cocinas con poco espacio o pisos de alquiler en los que no hay horno. Su único inconveniente es que tienen una capacidad de entre 20 y 25 litros, muy alejado de los 60 litros de los hornos convencionales y empotrables. Si tu cocina ya cuenta con la instalación, lo más adecuado es elegir un horno empotrable, que pueden ir en columna o debajo de la placa de cocción.

¿Qué vas a cocinar en el horno?

Es la siguiente pregunta que debes hacerte, ya que no ofrecen las mismas funciones y los precios varían mucho entre los diferentes modelos.

  • Hornos convencionales: ofrecen calor por arriba y por abajo mediante unas resistencias. Suelen tener tres funciones: calentamiento inferior, calentamiento superior (o grill) o ambos. Es el más económico y fácil de utilizar. Es perfecto para hogares en los que su uso es esporádico o se emplea para calentar o gratinar. Además, solo permiten cocinar en una bandeja. Hay modelos muy sencillos por menos 200 €.
  • Hornos multifunción: actualmente son los más comunes en los hogares. Además de las funciones del horno convencional, los multifunción incorporan un ventilador en la parte trasera que ayuda a que el aire circule, lo cual asegura una cocción más uniforme de los alimentos e, incluso, cocinar en dos bandejas al mismo tiempo sin que se mezclen olores y sabores. Son más eficientes que los convencionales, ya que se calientan un 30% más rápido. Es perfecto para familias que cocinan al horno, al menos, dos veces por semana. Puedes encontrar modelos a partir de 200 €, pero pueden ascender a más de 1.500 € dependiendo de sus prestaciones (programación manual o electrónica, mandos escamoteables, guías extraíbles, tipo de apertura o modo de limpieza).
  • Hornos de vapor: son los más novedosos. Además de todas las funciones de los hornos multifunción, permiten la cocción al vapor. Esta sencilla técnica conserva mejor los nutrientes, potencia el sabor de los alimentos, la comida queda más jugosa y ofrece una cocción saludable libre de grasas. Aunque son los más costosos (el precio medio está alrededor de los 1.000 €), son perfectos para quienes cocinan al horno varias veces a la semana.

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Cómo elegir: ¿horno eléctrico o de gas?

Aunque un horno eléctrico es más barato –también su instalación–, lo cierto es que son menos eficientes que los de gas. La llama ofrece un calentamiento casi instantáneo mientras que el horno eléctrico tarda más en precalentarse (aunque los más modernos se calientan rápidamente). Asimismo, el coste del gas es más económico que el de la luz, por lo que, a la larga, su rentabilidad es mayor. Pero hay más diferencias más allá de su precio, y es que los hornos de gas son muy valorados, ya que “ofrecen un calor más tradicional, ligeramente gradual, y más húmedo, ideal para cocinar pasteles de fruta o pan, donde es fácil que la pieza se reseque. Esta humedad es debida al proceso de combustión y a su producción de vapor de agua. Una característica que prefieren muchos cocineros especialistas en repostería enfrente al tradicional horno eléctrico que usa un calor mucho más seco.”, explican desde Smeg.

Tipos de horno según el tamaño

Tanto si estás diseñando tu cocina como si lo único que quieres es renovar tu horno, las medidas son fundamentales y se verán condicionadas por el espacio del que dispongas y el uso que hagas del horno. Según el tamaño podemos encontrar:

  • Hornos compactos: perfectos para hogares con una o dos personas y cocinas pequeñas. Suelen tener unos 45 cm de alto y 60 cm de alto.
  • Hornos convencionales: su anchura y anchura es de 60 cm. Es la medida estándar. Son los más adecuados para familias en las que se cocina con regularidad en el horno.
  • Hornos extra grandes: su anchura aumenta hasta los 90 cm y son geniales para familias numerosas y en las que se cocina mucho al horno.

Otras medidas que hay que tener en cuenta son la profundidad y la capacidad. La profundidad media suele ser de entre 50 y 60 cm, mientras que la de los compactos oscila entre 44 y 47 cm. Por otro lado, la capacidad del horno también condiciona su elección. Lo habitual es que un horno convencional tenga 60 litros de capacidad, lo que será suficiente para familias de 4 o 5 miembros, aunque hay modelos que sobrepasan los 70 litros.

Funciones de limpieza de los hornos

Los nuevos modelos de horno traen incorporado un programa que facilita su limpieza muchísimo. Y es que, ¿sabías que más del 40% de los españoles odia limpiar el horno? Así lo afirma un estudio realizado por la plataforma líder en servicios para el hogar Clintu en el que analizan las tareas domésticas más odiadas. Hay dos tipos:

  • Función pirolítica: los hornos con función de limpieza de pirólisis calientan el horno a 500º durante una hora, carbonizando toda la suciedad. Esto facilita mucho su limpieza, ya que después solo será necesario pasar un paño para eliminar los restos. Lo recomendable es utilizar este tipo de limpieza cada ocho usos aproximadamente.
  • Función hydroclean o aqualisis: este tipo de hornos se limpian vertiendo agua dentro el horno y seleccionando la función de limpieza durante alrededor de media hora. El agua se evapora, generando vapor que hace que la suciedad se desprenda con tan solo pasar un paño húmedo. Desde Balay recomiendan “utilizar esta función después de cada uso, para evitar que se acumule la suciedad”.

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¿En qué más me tengo que fijar para elegir un horno?

  • Eficiencia energética: es importante fijarse en la etiqueta de eficiencia energética, que va desde A+++ (los más eficientes) a D (los menos). Este dato valora no solo el consumo, sino también el nivel de ruido y su eficacia, entre otras características.
  • Sistema de apertura: la más habitual es la frontal, en la que el asa del horno está arriba y se abre tirando de ella hacia uno mismo. Otra opción son los de apertura lateral a la izquierda o la derecha y una tercera los de apertura total. Estos son los más cómodos, ya que cuentan con guías extraíbles y facilitan la tarea de sacar y meter la bandeja en el horno sin quemarse.

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