La verdad es que hay camas para perros con diseños espectacularmente bonitos, muchas de ellas parecen estar hechas para combinar con la decoración de nuestros hogares. El problema es que los perros no suelen apreciar las cuestiones de interiorismo, así que es muy probable que esa cama ultra cara termine mordisqueada (sobre todo, si se trata de cachorros). La mejor solución para alargar su vida útil es comprar varias fundas protectoras e ir cambiándolas a medida que se vayan ensuciando.