Trucos de limpieza para tener la casa siempre limpia (con el mínimo esfuerzo)

Es la máxima de los haters de la limpieza. Vamos, que no te hagas grandes propuestas de limpieza porque te agobiarás. Un ejemplo: los cristales. Si te planteas hacerlos todos de una vez, los dejarás para "mañana" y la suciedad se irá acumulando de tal manera que cuando vayas a hacerlos porque tu casa se ha convertido en la Batcueva. Haz uno cada día y cuando llegue el fin de semana, todos relucirán con el mínimo esfuerzo. 

Y a poder ser, que no se vea. Las cestas son una solución muy decorativa para ello y además, resulta muy fácil guardar cosas en ellas. Lo que estaba por medio, en un plis, ya no se ve y además, ¡mira qué bonito queda! 

Organízate y cuando saques el polvo, empieza siempre por arriba o no acabarás nunca porque el polvo pesa y cae. Y mejor si lo sacas con un trapo algo humedecido en agua que con plumero, porque con este te parecerá que vas muy rápido pero estarás creando una nube de polvo que volverá a posarse donde menos te lo esperas. 

¿No sabes lo que es? Seguro que sí... ¿O en tu casa no has tenido nunca bolas de polvo (sobre todo bajo la cama) que el día menos pensado aparecen por el pasillo rodando como arbustos por las calles desiertas de los pueblos del Oeste? La solución: envuelve la escoba en una media de nailon y recogerás todas las pelusas de una sola barrida porque el nailon genera electricidad estática y atrae las partículas más pequeñas. 

Se ensucian, sí, pero se ve menos si mantienes encimera y suelo limpio. ¿Trucos de hater? No acumules electrodomésticos y utensilios sobre la encimera. Cuanto más libre esté, más fácil y rápido limpiarla: una sola pasada con un trapo et voilà. ¡Y otro más! Coloca una alfombra delante de los fuegos. Recogerá lo que pueda saltar al cocinar y mantendrás el resto del suelo más limpio.

¡El frigorífico! Lo abrimos 25.000 veces al día y si está sucio, nos pone cada vez más nerviosos. Evita que se acumulen los restos de alimentos en los cajones, por ejemplo, poniendo un papel debajo. Cuando esté sucio lo cambias, y listo. 

Un cristal o una grifería llenos de gotas de cal afean y dan aspecto sucio. El objetivo hater en el baño debe ser, entonces, la mampara y las griferías. Ten a mano en la bañera una escobilla de goma tipo limpiaparabrisas y tras cada ducha, pasadla por la mampara. Ultrarápido y siempre tendréis la mampara perfecta. Y para grifería, una sola pasada con una bayeta de microfibra y brillarán como el primer día. 

Evítalas al máximo porque afean, dan aspecto sucio ¡y tienen el poder oculto de  crecer hasta límites insospechados! Puede parecer más trabajo, pero, en realidad, es mucho menos. Cuando saques la ropa de la secadora o del tendedero, estira cada pieza, la doblas (o no) y la guardas enseguida en su lugar. Así, también, las piezas que tengas que planchar se arrugarán mucho menos y las tendrás listas con menos pasadas. 

Nunca dejes la cama por hacer ni papeles por guardar. Los papeles, como la ropa sin guardar, se acumulan y luego cuesta mucho más volver al orden y poder limpiar rápido la mesa de escritorio. Cada papel que generes, guárdalo en su lugar al final del día. Orden significa limpieza. Siempre.