Si pones en práctica estos sencillos y prácticos consejos de ahorro, lograrás que por un año tu tarjeta de crédito no acabe sacando humo. Ya has visto que ceñirse a un presupuesto preestablecido te reportará muchas alegrías, sin tener que renunciar a nada.
Y es que hay dos momentos en el año que desequilibran el presupuesto de cualquiera: las vacaciones de verano y las fiestas navideñas. Se calcula que cada familia española destina una media de 750 € extra a los gastos y compras de Navidad. Pero si pones en práctica estas ideas infalibles, disfrutarás de unas Fiestas de lujo, por poco dinero. ¡Calculamos que podrías ahorrar casi un 50% de dicho presupuesto estimado!
No caigas en la tentación...
Las grandes superficies y comercios se las saben todas y aplican técnicas psicológicas que activan en nuestro cerebro las ansias por comprar. Así nos hacen gastar de más:
¿Suenan villancicos? Un estudio de la University of Southern California (EE. UU.) asegura que la música no nos permite olvidar que estamos de vacaciones y esta sensación nos inclina a comprar más. Si escuchas música clásica intentarán que te fijes en productos especialmente caros, como los vinos Premium. Si, además, la música es sosegada, querrán que pases más tiempo en la tienda -así tendrás más tiempo para ver más productos-, mientras que si el ritmo que suena es rápido, intentarán que compres muchas cosas en poco tiempo.
Cuidado con el laberinto. Muchos de los productos de 'atracción', es decir, los que seguro que llevas en la lista de la compra, suelen estar siempre al fondo del establecimiento. Hasta llegar a ellos te harán transitar por pasillos -diseñados estratégicamente para que veas lo que quieren que veas- con los denominados 'productos irracionales', que son aquellos que no tenías previsto comprar... pero que acabarán en tu cesta o carrito.
¿Un café? No, gracias. La sensación cálida que nos produce una bebida caliente incrementa nuestra visión positiva del producto que íbamos a adquirir y nos inclina a comprarlo.
Los 4 niveles. Los productos están colocados en cuatro niveles, en función de lo que interese vender. El 9% de lo que se vende está en la parte de arriba, el 52%, a la altura de los ojos, el 26%, a la de las manos, y el 13% a la del suelo. Normalmente, se colocan las marcas blancas a la altura de la vista porque son los que tienen más margen para el supermercado y, además, fidelizan. Un poco más abajo o más arriba se ubican las marcas líderes y en los extremos los productos con precios más bajos o las promociones de un solo producto a un precio muy bueno para que se lleve a cabo una compra impulsiva.
¡Ojo con las muestras! Las muestras gratuitas tienen efecto retardado. Un estudio publicado en la revista Marketing Science afirma que consiguen que compremos hasta 12 meses más tarde de haberlas recibido.
Con la técnica del 'one shoot'. También conocida como 'disparo', que consiste en anunciar una oferta o campaña que sólo dura un día o unas horas, provocando una reacción compulsiva en el consumidor.
¿A qué huelen las compras? Determinados aromas nos hacen sacar la tarjeta de crédito antes. ¿Los más efectivos? Según la Universidad Estatal de Washington (EE. UU.), los de abeto y galletas recién horneadas.
La temperatura. No debe ser ni demasiado alta ni demasiado baja: lo ideal, entre 21 y 26º. En muchos centros comerciales no hay ventanas, para que te centres en el interior y no te percibas del paso del tiempo.