¿Quieres más tiempo para ti? Pues nosotros, también. Nos hemos propuesto que dispongas del máximo tiempo libre para hacer lo que más te plazca, como si es disfrutar de un "momento sofá". ¡Lo mereces! Y una de las maneras que hemos encontrado para regalarte este tiempo extra es rascar minutos de una tarea tan tediosa como planchar. Estos trucos te ayudarán a ahorrar tiempo en este menester tan ingrato pero dejando cada prenda impecable.
El mejor rincón para planchar
Hay que empezar por lo básico: necesitas una estancia bien iluminada, mejor con luz y ventilación natural (la plancha da calor), y con espacio para dejar la ropa ya planchada sin que se vuelva a arrugar. De lo contrario te agobiarás o echarás a perder el trabajo hecho. La buena organización es primordial.
La tabla. Cúbrela con una funda específica porque mantiene el calor y facilita que la plancha se deslice.
Regula su altura. debe estar al nivel de las caderas. Coloca un cajón a modo de escalón bajo un pie. Cambia de posición cada 30 min.
Límpiala. Comprueba que la plancha no tenga residuos en la base, podrían ensuciar.
Mejor con música. Para que la tarea sea más agradable, ponte tu música preferida.
Espera a que haya mucha ropa
Para ser más eficiente, es mejor acumular bastante ropa para plancharla a la vez el mismo día, que poca cantidad en varios.
¿Por qué? Porque la plancha consume mucha energía para calentarse: 1 hora de plancha equivale a 7 horas de ordenador o 20 horas de televisión.
¿Qué necesitas? Un paño suave para poner entre la plancha y las prendas delicadas.
Un vaporizador con agua de plancha: no mancha, aromatiza y te ayuda a eliminar las arrugas.
Desconecta la plancha 5 min antes de acabar la tarea: el calor residual es suficiente para las prendas menos arrugadas.
De menos a más temperatura
Las fibras sintéticas requieren temperaturas más frías de plancha que las naturales, como el lino o el algodón.
Plancha primero lo que necesita menos temperatura (aprovecha mientras la plancha se está calentando) y, luego, lo que requiere más calor.
Gira las prendas y plánchalas del revés para evitar brillos: Hazlo siempre en el sentido del hilo para que la prenda no coja mala forma.
Cuando vayas a planchar...
Comprueba siempre las etiquetas, sigue las instrucciones y utiliza la temperatura adecuada. La primera vez que planches una prenda, si dudas sobre la temperatura, haz una prueba en una zona poco visible.
Sin manchas: Asegúrate de que la ropa no tiene ninguna mancha, de lo contrario, con la plancha podría fijarse más.
Abrocha botones y cremalleras antes de planchar: Sobre todo en el caso de las prendas delicadas. De este modo, los pliegues naturales de la ropa quedan en su sitio.
No dejes de mover la plancha: Hazlo presionando ligeramente para no quemar ni dañar las prendas.
Cuando termines: cuelga la ropa y espera a que esté fría para guardarla: el calor de la plancha hace que se arrugue con más facilidad.
Plancha lo más delicado sin errores
Prendas de seda: Se planchan ligeramente húmedas, del revés y a temperatura baja. No pulverices agua para no dejar marcas. Si las cubres con un pañuelo, evitarás los brillos.
Lana y punto: Si tiendes la ropa en horizontal sobre una toalla evitas que se deforme. Plancha la lana del revés, con un paño húmedo entre la plancha y la prenda.
Ropa de lino: Tiéndela bien para que su caída elimine las arrugas. Plancha el lino un poco húmedo y con la plancha caliente. Si tiene bordados, pon una toalla debajo.
Si tienen forro: Primero plancha el forro colocando la prenda del revés. Dale la vuelta, y plancha la parte exterior.
Las prendas más complicadas
Estira bien la ropa antes de plancharla y sigue estos trucos según la pieza de la que se trate.
Las camisas. Empieza por los puños y las mangas, sigue por el cuello y los hombros y acaba por la espalda y la parte frontal. Por último, repasa las costuras y las pinzas.
Los pantalones. Para hacer bien la raya central, enfrenta las costuras de las perneras y estira para evitar las arrugas. Empieza a planchar por la parte de la cintura.
Las sábanas. Si son muy grandes, plánchalas dobladas y quedarán mejor. Intercala el planchado a medida que las vayas doblando. Puedes darles un toque de plancha estiradas sobre la cama.
Las bajeras ajustables. Para que no abulten, dóblalas por la mitad a lo largo, junta las dos esquinas metiendo una dentro y, luego, junta las cuatro esquinas y plánchalas.
Tiende bien y plancharás la mitad
Sacude bien la ropa y tiéndela estirada. Y además:
Evita el centrifugado a máxima potencia. Porque arruga la ropa. Tiéndela cuando acabe el lavado y no las dejas en el tambor.
Pon las pinzas en las costuras. Para que no queden marcas. Las camisas, mejor cuélgalas en perchas para secarlas.
Si tienes secadora no pongas mucha ropa. Para que pueda moverse en el tambor. Sácala un poco húmeda para plancharla.
Y una vez seca... Si no vas a planchar la ropa el mismo día, dóblala o cuélgala bien. Así, no se arruga.
¿Cómo mantener la ropa sin arrugas?
- Antes de guardarla, espera unos minutos hasta que se enfríe del todo.
- No apiles mucho. La ropa se aplasta, pierde forma y las marcas se fijan más.
- La ropa colgada. No coloques varias camisas en una misma percha porque se arrugarán. Deja entre ellas una distancia de unos 2 cm.
- Puedes enrollar manteles o toallas. Ocupan menos y evitas que tengan marcas de las dobleces.