A la hora de limpiar, gana tiempo y eficacia teniendo todos los productos en orden. Por eso es importante que tengas tus herramientas a mano, es decir, que los productos de limpieza no estén desperdigados por toda la casa. Normalmente, es en la cocina donde se guardan -ya sea en el armario bajo el fregadero o bien en un armario-. Así que saca todos los productos que tengas y selecciona. Si de repente cae en tus manos un producto que no recuerdas haber comprado (señal de lo poco que lo has usado), deshazte de él.
Con agua jabonosa limpia a fondo el interior del armario (sobre todo si es el que se encuentra debajo del fregadero donde se acumulan muchas bacterias). Cuando esté seco, pon un plástico antideslizante para proteger el mueble o coloca bandejas o cestas. Intenta clasificar los productos por tareas de limpieza y ten siempre a mano aquellos productos que uses más.
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Y si piensas que tienes demasiados productos de limpieza químicos, opta por productos eco, que ayudan a mantener la casa libre de tóxicos.