Atención, pregunta: ¿te deprimes si llega el finde y no tienes ningún plan para salir? ¿o eres de los que piensan "Guau... dos días enteros para quedarme en casa y hacer lo que me venga en gana...". Si eres de estos últimos, ya practicas el nesting y, sin saberlo, estás combatiendo el estrés y la depresión. Hoy, quedarse en casa, ya no es de muermos. Es una decisión muy sana y con la que, además, ahorras.
Bajar el ritmo es vital. Nuestras células necesitan descansar para recuperarse y mantener nuestro equilibrio emocional
Cada día, más infelices
Los expertos han levantado la voz de alarma: nos mueve el consumismo y la alienación, y esto, lejos de darnos felicidad, genera ansiedad y nos lleva a la depresión. El nesting combate esta tendencia potenciando buscar momentos para nosotros en un espacio que nos dé todo lo que podemos necesitar: nuestra casa.
"Terapias" sin pastillas
Estudios publicados en el British Journal of Occupational Therapy y en el Journal of Health Psychology, y otros llevados a cabo por la Universidad de Limerick, en Irlanda, han llegado a estas conclusiones:
- Hacer limpieza y tirar lo innecesario aporta calma.
- Organizar la casa ayuda a pensar con mayor claridad.
- Redecorar estimula y da alegría, sobre todo si te rodeas de objetos que te evoquen buenos recuerdos.
- Hacer pasteles combate la depresión.
- Leer una buena novela reduce el riesgo de demencia.
- Cuidar las plantas baja los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés.
- Aburrirse nos vuelve más altruistas y empáticos, lo que se traduce en una mayor felicidad.
Está demostrado que disfrutar de las cosas sencillas y cuidar de nosotros mismos y de los nuestros nos ayuda a afrontar los problemas con mejor actitud
Home sweet home
Las tendencias decorativas actuales no buscan solo crear espacios bellos, buscan crear espacios que respondan a las necesidades de quienes viven en ellos. Esta es una de las razones, por ejemplo, por las que triunfan plataformas como Airbnb. Porque ofrecen "hogares", no habitaciones impersonales de hotel.
Y esto, llevado a nuestra casa, se traduce en que, para disfrutar de ella, hay que conseguir el ambiente adecuado. Empieza por seguir las "Terapias sin pastillas" de las que hemos hablado y ten en cuenta que lo que te rodea tiene un papel clave. Elige piezas, tejidos, pintura, etc. naturales y libres de sustancias nocivas. Te sentirás más cómodo y ayudarán a tu regeneración celular, con lo que te sentirás más sano y con ello, más feliz.
Salir es bueno, pero disfrutar del slow living en casa también. Así que lo ideal, como todo, está en encontrar el equilibrio. Busca el tuyo y descubrirás los beneficios.
¿Qué? ¿Qué piensas hacer este fin de semana? Disfruta de tu casa y empieza a cuidarte más y mejor desde ya.