Sillas de enea, muebles decapados, de forja... Si tienes muebles u objetos antiguos en casa, estos trucos te irán perfectos para restaurarlos y recuperar toda su belleza.
Limpia o cambia el tapizado
Límpialo con cuidado con un paño y espuma seca. Empieza por una zona poco visible para ver el resultado, como una esquina del asiento.
Más profunda. Para una limpieza a fondo, retira las grapas, quita la tela y llévala a la tintorería. Luego, grápala de nuevo.
Al retapizar. Usa la tela antigua como patrón para las medidas. Aprovecha para renovar el relleno de espuma de la silla.
Elige una tela resistente al roce. Las de fibras naturales son agradables al tacto y no acumulan electricidad estática.
Repara una silla que cojea
Intenta igualar sus patas con espuma adhesiva. Pero si el problema viene de las uniones deberás desmontarla.
Los tornillos. Comprueba que no se hayan aflojado o roto. Si solo es eso, apriétalos o cámbialos. Si desmontas las patas, aprovecha para encolar las junturas y reforzarlas.
Para encolar. Aplica la cola, encaja las patas y fíjalas con unas cinchas. Deja secar durante un día.
Muebles: cuídalos a fondo
Aléjalos de las fuentes de calor, como los radiadores, y de la humedad para que no se acelere su deterioro.
Límpialos con un paño seco para evitar manchas en la madera. Una vez al año, trátalos con cera u otro producto natural.
Vigila la presencia de carcoma o cualquier desperfecto. Cuanto antes los trates, menores serán los daños.
Asesórate. Si la reparación es un poco delicada lo mejor es que acudas a un profesional. Pide antes una valoración.
Las sillas de enea o rejilla
Elimina el polvo cada semana para evitar que la suciedad se acumule.
Lava la enea con un cepillo de cerdas suaves impregnado en agua salada. Frota las manchas con jabón neutro. Si tiene cabos sueltos, encólalos.
A las de rejilla quítales el polvo con una gamuza sin pelusa o el aspirador y límpialas con una mezcla de agua y jabón neutro. Seca con el secador.
Los muebles de madera
Retira el polvo y limpia a fondo con una mezcla de vinagre y aceite de oliva. Deja que actúe y seca con un paño de lana.
Si tienen manchas frótalas con un cepillo de cerdas fuertes o lana de acero y un poco de lavavajillas. Si son profundas deberás retirar la pintura o el barniz con un decapante.
Reconoce la carcoma. Verás agujeros en la madera y pequeños montones de polvo. Trata el mueble con un producto fungicida (de venta en droguerías). Los hay en aerosol y con una pequeña cánula para actuar sobre cada agujero. Después, envuelve la pieza con plástico unos tres días.
Un truco. Llena un saquito de gasa con bellotas y cuélgalo en la pieza. Su aroma atraerá a los insectos que pondrán sus huevos allí, en lugar de en la madera.
Dale brillo a los herrajes
Recupera su aspecto frotando con un paño humedecido en vinagre. Si están oxidados sumérgelos en un vaso con agua caliente y un poco de bicarbonato y sal.
Que los cajones se deslicen bien
Desmóntalos, limpia las guías con un paño húmedo y frota con un poco de cera de vela o jabón.
Lija por dentro si aún se atascan. Lija las guías y también los topes del fondo del cajón, para que queden alineados.
Los tiradores. Si están un poco flojos, lo mejor es que los saques, rellenes los agujeros con papel y cola y los vuelvas a poner.
Piezas pintadas o con marquetería
Limpia los muebles pintados con un paño suave impregnado en detergente rebajado en agua. Escúrrelo y limpia con movimientos circulares. Aclara y seca con un paño absorbente.
Elimina las manchas con una mezcla de bórax y vinagre blanco. Frota con suavidad, retira con un paño húmedo y seca. Acaba con una capa fina de cera de protección.
La marquetería necesita unos cuidados especiales. Elimina el polvo con un paño suave. Si alguna pieza se mueve, aplica calor. Al calentarse se regenerará el adhesivo antiguo y podrás ajustarla.
Si le faltan piezas acude a un profesional que las repondrá con unas parecidas y le dará un acabado de goma-laca para destacar su brillo.
Pequeños arreglos fáciles de hacer
1. Arañazos: Rellénalos con un poco de cera natural o de masilla de color madera. Utiliza una espátula para que penetre bien y frota con un paño de algodón para que brille.
2. Cuida las bisagras: Pueden estar dañadas cuando las puertas se descuelgan un poco. Si quieres conservar las antiguas, renueva los tornillos y refuerza con cola. Si las cambias, elige unas bisagras ligeramente más grandes.
3. Elimina los golpes: Las pequeñas abolladuras de la madera se corrigen colocando un paño humedecido en agua o leche caliente. Déjalo para que humedezca el mueble y retíralo cuando se seque.
Si desmontas una pieza
A veces es necesario para una limpieza a fondo. Apúntate dónde va cada tornillo, ya que solo encajarán en su agujero inicial. Si alguno se resiste a salir aplica calor con un secador en su cabeza. Primero se dilatará pero al enfriarse quedará más flojo.
Los dorados
Quita el polvo con un plumero. Limpia con una mezcla de clara de huevo y vinagre y aclara con cuidado.
Necesitas pinceles, guantes y trapos. También lijas, gruesas y finas, y un destornillador.
El efecto decapado
Utiliza cera de color blanco para recuperar el aspecto decapado y proteger y pulir a la vez la madera. Se aplica con un trapo una capa ligera y se deja secar durante 1 hora. Después se pule con un cepillo suave. Quítale el polvo con un plumero.
Objetos de hierro y forja
Evita colocarlos en un lugar húmedo y en estancias con más de 20°C. Después de limpiarlos, no los guardes, tardan 2 días en secarse.
Para limpiarlos frótalos con alcohol mezclado con un poco de jabón neutro. También puedes eliminar la suciedad con un estropajo de aluminio fino.
Quita el óxido o los restos de pintura con un cepillo metálico o una lija y unas gotas de aceite de oliva.
Protégelos con una imprimación antioxidante transparente, sobre todo si son de exterior. Si son objetos pequeños, puedes aplicar cera microcristalina con un trapo.
Mesas con sobre de mármol
Elimina las manchas tan pronto como se produzcan. Si ya están secas, humedécelas primero. Y trátalas con una mezcla de bicarbonato y agua. Deja actuar unos minutos y retira con agua fría. Una vez al año aplica cera sobre el mármol.
Puertas con tela de gallinero
Elimina la suciedad con una gamuza atrapa polvo que no deje pelusa.
Y si está sucia, frota con una esponja impregnada en lavavajillas y agua. Aclara y seca. Si tiene una tela, pasa el aspirador y retira la tela para limpiar la rejilla. Puedes actualizar unas puertas deterioradas con tela de gallinero. Fíjala al interior del marco.
Los relojes de cuerda
Limpia el exterior y la caja del reloj con un plumero una vez por semana.
Para el interior elimina el polvo con un aspirador de mano y su accesorio de cepillo suave. Aplica un aceite sintético en los mecanismos del reloj.
La cerámica antigua
Límpiala con alcohol. Te ayuda a quitar el polvo y a desengrasar. Si tiene dibujos, haz primero una prueba en la base. Rellena las grietas con cemento blanco y tiñe. Para los desconchones utiliza masilla epoxi.
Prepara tu cera artesanal
Da a tus piezas antiguas un acabado a base de ceras naturales. Para preparar la cera debes mezclar cera de abejas, con un tercio de cera carnauba y un tercio de parafina. Calienta la mezcla al baño María hasta que se licuen y, entonces, vierte un tercio de esencia de trementina. Mézclalo bien y deja hasta que se solidifique.
Todos los cuidados de las piezas de cuero
1. Fuera manchas: Elimínalas lo antes posible para que no dejen marca. Prueba a quitarlas con un algodón impregnado en cerveza o en clara de huevo batida, si el sofá es claro.
2. Brillante y flexible: Para que mantenga sus aceites en equilibrio, nutre el cuero cada mes. Puedes usar una crema específica, de venta en tiendas de calzado o zapateros, o bien una leche hidratante que ya tengas.
3. Sin arañazos: Trátalos con cuero líquido, una sustancia que se obtiene de la mezcla de cuero y resinas. Una vez seco iguala con un tinte de un tono similar a tu sofá o butaca de cuero.
4. No utilices: Productos que contengan alcoholes o disolventes fuertes, ya que perjudican su brillo característico y su flexibilidad natural. Antes de usar un nuevo producto, pruébalo en una zona no visible.
5. Al colocarlo: Aleja tus muebles de cuero del sol directo, puede hacer que se decolore. Tampoco debe estar junto a radiadores o fuentes de calor: favorecen la aparición de grietas.