Magda Martínez, nuestra Directora de Estilismo, nos aconseja: "Es posible que no tengas un armario como este para la ropa de la casa. No te preocupes. Tengas más o menos espacio, los trucos para sacarle partido te servirán igual. Lo primero para que la ropa blanca esté organizada es agrupar las prendas por tipo (sábanas, toallas, manteles...) y guardarlas juntas. Lo ideal es tener una balda para cada tipo de prenda y cajones para las prendas más pequeñas".
Ordena la ropa con lógica
¿Qué es lo que usas más a menudo? Seguramente, las toallas y las sábanas, que cambias cada semana. Pues ellas se merecen la parte central del armario, que es la que queda más a mano. También en el centro deberían estar los cajones donde guardas los objetos más pequeños.
Dobla lo justo
y ocuparás menos
"Si al doblar la ropa haces demasiados pliegues, lo más voluminoso, como los edredones y las toallas grandes, ocupará más. Como mucho dobla tres veces", sigue Magda. Al guardar las prendas pon la parte redondeada hacia afuera, así serán más fáciles de coger. Es importante que hagas rotación de la ropa de casa, por eso debes poner las prendas recién lavadas en la base de la pila.
Una "estrategia" para cada prenda
Las sábanas y las fundas nórdicas, por juegos. Cada mantel con sus servilletas. Y las toallas, por tamaño. Es lo más práctico para mantener el armario siempre en orden y, luego, encontrarlo todo a la primera.
Aromatiza y protege a la vez
Pon junto a cada grupo de prendas saquitos de lavanda o bolitas de cedro, que aromatizan y protegen de las polillas.