¿El secreto de una cocina ordenada? Que los utensilios estén cerca de donde se utilizan. Te contamos cómo lograrlo. Ponlo en práctica y ganarás comodidad... ¡y tiempo!
Ten a mano todo lo que necesitas
Los cafés cerca de la zona de desayunos; las espumaderas junto a la placa de cocción; y el cajón del reciclaje bajo el fregadero. En una cocina organizada todo está cerca de donde se usa. Por ello, debes prever un almacenaje específico para cada una de las tres zonas de la cocina: cocción, aguas y trabajo.
De arriba abajo
Los armarios altos abiertos o en vitrina te ayudan a localizar todo rápidamente y empequeñecen menos la cocina. A la altura de la encimera, aprovecha las paredes con colgadores que te permitan tener a mano utensilios y trapos. Y en la parte inferior, planifica cajones y gavetas que se adapten al tamaño de los objetos. Incluso puedes ganar el zócalo para guardar.
El rincón del desayuno
Usa casilleros verticales para las bandejas
El mueble con cajones también cuenta con un espacio para guardar bandejas y salvamanteles de mimbre en la parte inferior. Unos casilleros, de unos 15 cm de ancho y 40 de alto, permiten guardarlas de pie. Para localizarlas rápido, están ordenadas de mayor a menor.
Cuelga las tazas
Unos ganchos en la parte superior de la balda aprovechan toda su altura. Debajo, apila los boles.
Guarda bien el café y el té
Los cajones de cristal permiten elegir las cápsulas de café y el té. Al quedar a la vista, debes ser constante en el orden.
Cubiertos bien ordenados
Las divisiones del cajón se adaptan al tamaño de los cubiertos, sacan partido al espacio y facilitan que esté ordenado.
Guarda los alimentos
Hazlo en cajones, utilizando separadores y adapta los interiores al contenido.
Para las especias
Sus tarros inclinados necesitan cajones menos altos, lo mínimo son unos 14 cm, y te ayudan a encontrar las especias que más usas. Pon las aromáticas en las bandejas laterales.
Para el pan
El cajón cuenta con una tabla de cortar con unas ranuras y una bandeja inferior que recoge las migas. Al lado, se puede almacenar el pan.
Patatas y cebollas
Los interiores de acero separan patatas y cebollas, que no necesitan estar en la nevera. Planifica el cajón no muy cerca de las fuentes de calor.
Arroces y harinas
Cuando tengas el paquete abierto, guárdalos en tarros herméticos. Estos se adaptan al ancho del cajón de unos 30 cm.
En la zona de aguas limpia y recicla
En el cajón de la limpieza, agrupa los elementos –detergentes, cepillos, trapos– y no acumules en exceso. Si tienes limpiadores caseros, anota para qué sirven. En el cajón del reciclaje, puedes identificar su contenido –plástico, cristal, papel– con unos stickers.