Aunque los metros son los que son, en cualquier piso o casa siempre hay maneras de ganar sensación de amplitud. Muchas veces el espacio que necesitas está ahí pero no habías reparado en él. Para crecer nosotros tenemos tres trucos infalibles que no fallan y que convertirán una caja de zapatos en un palacete (o casi). ¿Quieres saber cómo lograrlo?
Coge la lupa
Sí, sí la lupa para mirar con otros ojos críticos cada rincón de tu casa. ¿No te has fijado? Ese espacio bajo la ventana, un rincón junto a la puerta o la pared irregular de la cocina pueden convertirse en una zona de trabajo, una librería o un mini office, por ejemplo.
Te ayudan a transformarlos y aprovecharlos los muebles a medida (por supuesto) que siempre puedes planificar con capacidad, como en el caso de un banco. Pero también puedes aprovecharlos con soluciones low cost como una zona de baldas o una mesa abatible fijada en la pared. Las opciones son muchas.
Mira hacia arriba
El segundo truco que no falla es mirar si puedes crecer hacia el techo. Porque ya sabes que un espacio pequeño si tiene bastante altura ya no lo parece tanto, ¿verdad? Así que cambia de chip y pasa del modo m2 al modo m3 y verás cuantas posibilidades.
Desde baldas encima de la puerta, armarios hasta el techo o una entreplanta que puedes convertir en habitación invitados. ¿Por qué no? Si tienes techos de más de 3 metros de alto puedes hacerlo. Y si lo que te faltan son armarios, y no tienes opción de trastero, ¿qué te parecería recuperar el altillo?. Todo estará al alcance de la mano pero a salvo del polvo y las miradas.
Haz magia deco
Donde no llega el metro es ahí donde si lo hace la decoración. Si eres lector asiduo sabrás lo que un color más claro en el techo que en las paredes lo eleva visualmente; que un papel pintado con rayas horizontales ensancha; y que un espejo estratégicamente colocado es capaz de llevar la luz ahí donde solo había sombras.
También sabrás que cuantas menos divisiones tenga el espacio más grande parecerá. Así que ya sabes prescinde de puertas o bien sustitúyelas por correderas. Son una excelente manera de modular el espacio a tu antojo y de ahorrar mucho espacio (1m2 por puerta con respecto a las abatibles).
¿Y que más? La luz, siempre la luz, nadie como ella puede ampliar de un plumazo un espacio. Amplia las ventanas para que entre, déjala pasar con telas tramadas y separaciones de cristal y repártela. Ojo, la elección y colocación de los muebles también te ayuda a que fluya. Y solo un último consejo disimula las piezas más pesadas con colores claros y busca muebles que sean polivalentes no, lo siguiente. Y ¡tachán! la magia del espacio está servida.