Tiene un armario alto para cafés e infusiones, un casillero para los libros de cocina y hasta un cajón para los útiles de repostería. En esta cocina, ningún detalle se ha dejado al azar.
La prioridad de los propietarios era contar con un comedor de diario, una isla central y un gran mueble vajillero, además de un completo almacenaje, en un espacio de unos 17 m2. “Antes de planificarla –nos cuenta Lluïsa Deulonder, de Deulonder Arquitectura Domèstica, responsable del proyecto– elaboramos una lista con todo lo que tenía que albergar y planificamos el almacenaje a medida de acuerdo con ella”. El vajillero, de 35 cm de fondo, se planificó algo más estrecho de lo normal pero con una altura de 190 cm. “Tenía que ser importante porque toda la vajilla de la casa se guarda en la cocina. Además, tiene una zona de casillero para guardar libros y bandejas”, nos explica.
La isla, de unos 130 x 78 cm, tiene una situación perfecta entre la zona de cocción y la de aguas. Las islas son muy prácticas en la cocina como superficie de apoyo y de almacenaje y no es necesario disponer de mucho espacio, basta con 80-90 cm alrededor. “Una cocina con un espacio central vacío no sirve de nada”, afirma Lluïsa. Junto al office, un mueble bufé guarda todo lo relacionado con tés y cafés, mientras que desde el otro extremo se accede a la despensa que se independiza del resto de cocina con una pared de cuarterones de cristal.
Orden en la despensa
Una zona de despensa independiente libera mucho espacio en la cocina y permite que los alimentos se conserven mejor, alejados de las fuentes de calor. Para organizarla, separa los alimentos por grupos (pastas, legumbres, conservas) y pon en las baldas más accesibles los productos que más utilices. Coloca delante lo que caduque antes.