9 hoteles en los que desconectar del mundo

¿Estás pensado en la próxima escapada? ¿Por qué no? Si te apetece desconectar del mundo no pierdas detalle de estos nueve hoteles que te proponemos, en los que relajarte, descansar y mimarte serán tus grandes obligaciones. Desde Cantabria hasta la Costa Brava, Segovia o incluso la pintoresca Île de Ré, los hay para amantes del mar y apasionados de la montaña.

1. Un hotel rural para disfrutar de la luz, el campo y la huerta

Mallorca

En esta tradicional possessió restaurada descansar es algo casi obligatorio. Los tonos claros de la decoración, los tejidos naturales y el ritmo pausado del campo mallorquín te ayudarán a conseguirlo. Rodeada por algarrobos, almendros y olivos centenarios, podrás perderte para encontrar momentos de intimidad o refrescarte en la piscina, en un claro del bosque, y con zonas chill out independientes perfectas para ver la puesta de sol. ¿Te va la corriente slow food? Pues estás de enhorabuena, ya que el huerto provee, en parte, al restaurante gastronómico especializado en platos autóctonos. Una propuesta tentadora en esta casa mallorquina del siglo XVII.

2. Sencillo y austero; cálido y confortable

Segovia

Encontrar una casa nórdica en plena Segovia es toda una sorpresa. Así es el hotel Ayllón: decoración sobria, colores frescos y mucha madera forman parte de su encanto. Ubicado en dos antiguas viviendas, sus espacios rodean un patio interior y cuenta con tres comedores. La reforma y el diseño de mobiliario son del estudio de arquitectura Lucas y Hernández Gil. ¿La guinda del pastel? Sin duda su buen precio.

3. Casas individuales entre el mar y la montaña

Cantabria

La Finca del Monasterio está formada por tres casas rústicas. La de la foto superior, con una clásica galería montañesa, es la Casona de Don Elías, la antigua casa del médico del pueblo. Una casa solariega con interior actualizado, chimenea y 4 habitaciones. A pocos metros, La Posada, la más amplia y lujosa de las tres casas. Tiene 5 habitaciones suite, un exterior histórico bien rehabilitado y un interior con sala de juegos y biblioteca. La más pequeña es La Casuca, una casa rural cántabra de interior actual. A medio camino del mar y la montaña, en la zona puedes practicar senderismo, bicicleta, pesca o golf en el campo de Nestares, a 27 km.

4. Aire marinero en una isla del Atlántico

Île de Ré (Francia)

Oímos gaviotas y olemos a mar. Estamos en la isla de Ré, en la costa atlántica francesa, frente a La Rochelle, un entorno pesquero que el hotel también sabe transmitir. Porque esa atmósfera marinera está presente tanto en las zonas comunes como en las habitaciones. Son pequeñas casitas, todas son diferentes y todas con salida a la piscina, situada en el centro del hotel. Desde ella se accede al spa, un espacio de relax imprescindible en este hotel sencillo y encantador.

5. Un 'hotel paisaje' donde conectar con la naturaleza

Alicante

Este "hotel paisaje", solo para adultos, con vistas privilegiadas es el mejor "escondite" para olvidarse de la ciudad y sentir el ritmo de la naturaleza. Los ventanales de las habitaciones conectan con el bosque y, desde las terrazas, la piscina y el jacuzzi exterior climatizado, las vistas son espectaculares. Masajes, yoga y otros servicios completan la oferta de este hotel en pleno corazón del valle de Guadalest, que tiene como valores la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. En la carta del restaurante abundan las materias primas artesanales y ecológicas de proveedores locales, y propuestas vegetarianas y veganas.

6. Sabor medieval en el corazón de la Costa Brava

Girona

Es una casa centenaria. El Hotel del Teatre transmite la luz y la calidez del Empordà con su estilo acogedor y mediterráneo, casi isleño. Cada habitación es distinta y llena de detalles, algo más modernas desde la reforma del Estudio Tres Trastos. También nuevo es su restaurante, La Calèndula, donde la chef Iolanda Bustos mezcla hierbas, flores e ingredientes salvajes que ella misma cultiva, logrando una cocina única.

7. Un hotel familiar en una típica casa ibicenca rehabilitada

Ibiza

Regentado por las hermanas Antonia y Margarita Colomar, excelentes anfitrionas, en este hotel se vive un ambiente familiar e intimista. Decorado con estilo, el hotel Can Pardal se encuentra en una casa tradicional del siglo XVI y mantiene la huella rural del pasado. Acogedor por encima de todo, el interiorismo rinde homenaje a la arquitectura ibicenca, con paredes encaladas y suelos de piedra. Las camas con dosel y las telas a juego con los colores de las flores crean una atmósfera muy relajante. Los jardines y el solárium son, junto al patio con comedor y la barbacoa, los rincones más apetecibles del hotel en los meses de verano.

8. Un hotel de alma provenzal con vistas a la sierra de Gredos

Ávila

Si decides a hospedarte en este hotel, Carolina Sánchez Vadillo, su propietaria, se ocupará personalmente de que tu estancia en La Casa de los Tomillares sea perfecta. Es interiorista y ha decorado el hotel con aire francés y gustaviano, con mobiliario elegido pieza a pieza (la mayoría de los objetos están a la venta), lo que convierte esta antigua casa de pueblo en un refugio exquisito y distinto a cualquier otro hotel. Todas las habitaciones cuentan con camas king size y sábanas de algodón egipcio. La suite Gredos, de 80 m², cuenta con baño, vestidor, chimenea, jardín privado e impresionantes vistas.

9. Un hotel 100% ecológico a los pies del Mediterráneo

Costa Brava

El Hostal Empúries es un lugar privilegiado en un enclave único. Desde aquí, se entiende bien por qué este rincón atrajo a navegantes griegos y a los primeros romanos que llegaron a la Península. El hotel ha sobrevivido a distintas reformas. La última, hace tres años, tiene el sello de su autora, Pilar Líbano, que actualizó las habitaciones del edificio histórico y reformó el bistrot, diseñando una amplia barra de bar que conecta el interior con el exterior, hasta el mar. Con valores ecológicos y sostenibles, que incluyen el ahorro energético, cuenta también con un spa y un restaurante gastronómico. A pocos metros, otro lujo, el yacimiento de las ruinas grecorromanas que le dan nombre.

Edificios históricos, vistas privilegiadas, lugares recónditos... El encanto de estos hoteles no solo se encuentra en su decoración y sus cuidadas rehabilitaciones, sino también en su ubicación, el entorno y el trato exquisito. Como ves, no te faltarán ideas para tu próxima escapada.