Abril y mayo son meses claves para el huerto y el jardín. Abona la tierra, planta flores para llenarlo de color, ahuyenta las plagas de manera natural... Todo para disfrutar de un exterior perfecto.
Es tiempo de plantar pensamientos y alegrías
Y geranios, hortensias, azaleas, claveles, margaritas... La mayoría de plantas ornamentales florecen entre abril y mayo, creando en el jardín una auténtica explosión de color. Agrúpalas para crear composiciones alegres, ya sea en maceta o en el suelo, combinando entre tres y cinco variedades de flor distintas. Si las compras en un vivero, plántalas en una tierra abonada con sustrato universal o compost y riégalas de inmediato.
El rosal: pódalo y florecerá con más fuerza
¿Cuándo? Los rosales deben podarse al final del invierno. Abril es el mejor mes. Si lo podas antes puedes arriesgarte a que vuelva a hacer frío y el rosal se hiele, y si retardas la poda, el calor perjudicará la floración.
¿Cómo? Si es un rosal arbustivo poda las ramas dejando tres yemas si son finas (del grosor de un lápiz) y seis yemas si son ramas gruesas. El corte debe ser oblicuo para evitar que se acumule líquido. Si es un rosal trepador elimina los chupones (tallos improductivos) y las ramas que se entrecruzan.
¿Y luego? El rosal necesitará 3-4 horas de sol por la mañana y un riego adecuado. Si está plantado en maceta riégalo cada 3-4 días. Si está plantado en
el suelo, con regarlo una vez a la semana bastará.
Tus herramientas, a punto
Límpialas tras la poda. Desinfecta las herramientas de poda, sobre todo cuando has eliminado brotes enfermos, para no transmitir gérmenes y huevos de parásitos a otras plantas.
Sistema casero: Prepara una mezcla con aceite y arena e introduce las partes metálicas de las herramientas. Después, límpialas con alcohol para desinfectar y sécalas bien con un trapo.
Trucos de ahorro: riega sin malgastar agua
Llega el calor y el jardín y el huerto necesitan más riego. Las plantas están en pleno desarrollo, las temperaturas son más altas, los días más largos... Pero con estos trucos fáciles no gastarás ni una gota de más.
Mulching o acolchado. Coloca acolchados en la base de las plantas para evitar la evaporación del agua y la proliferación de malas hierbas que roban agua a tus plantas. Cortezas de pino, paja, mantillo, hojas, áridos y gravas te servirán.
Goteo y aspersión. Ahorran un 40-60% y un 80% de agua frente al riego convencional. El riego por goteo es muy recomendable para el huerto y la aspersión, para jardines grandes, pues tiene un efecto lluvia muy beneficioso para las plantas. Dirige bien los chorros y ajusta la cantidad de agua. Y no riegues a pleno sol porque el agua se evapora más rápido.
Protege del viento. El viento seca las plantas. Para que conserven la humedad coloca cortavientos en el perímetro del jardín: setos, arbustos, trepadoras o una lámina de brezo, mimbre o cañizo te ayudarán a parar el viento.
Cuida el césped para que aguante el verano
Arranca el césped deteriorado y cubre el agujero con tepes (tiras enrolladas de césped natural que enraizará a los pocos días) a medida. Airea el césped (haz agujeros de 10 cm de profundidad para oxigenar la tierra). Y si se encharca, escarifícalo: “Aráñalo” superficialmente para romper el fieltro, una capa que impide el paso al agua, el abono y el aire.
Insectos beneficiosos para el huerto
Mariquitas. Las mejores son las rojas, de 7 y 2 puntos. El insecto adulto –y las larvas– come una gran cantidad de pulgones y cochinillas.
Abejas. Son claves para mantener el ecosistema. Al buscar el néctar de las flores, llevan el polen de unas a otras. Atráelas con girasoles.
Crisopas. Es un insecto verde con alas transparentes, de unos 3 cm de largo. Se alimenta de pulgón, mosca blanca, araña roja y cochinilla. Trabaja más de noche.
Tijeretas. Comen pulgones y cochinillas, pero también vegetales, así que manténlas alejadas del huerto.
Flores silvestres para adornar un columpio
Recoge margaritas, campánulas y hierbas del campo para crear ramos de primavera. Sigue este paso a paso:
1. Haz ramilletes. Recoge flores silvestres, como campánulas y margaritas, de colores variados, y agrúpalas.
2. Pon algo de verde. Acaba los ramilletes con hierbas de hoja verde y átalas con una cinta o un alambre.
3. Anuda al columpio. Coloca varios ramilletes en cada cuerda del columpio (separados por unos 50 cm).
Planta y cultiva siguiendo las fases de la luna
Cuando hay luna creciente es el momento ideal para sembrar y aplicar tratamientos preventivos a las plantas. La luna menguante es favorable para trabajar la tierra, porque asimilará mejor los abonos. Toma nota de las fechas de abril y mayo.
Renueva las plantas acuáticas
Si tienes un estanque o una alberca, el inicio de la primavera es el momento de renovar las plantas acuáticas. Limpia y retira la materia vegetal vieja y las hojas muertas. Si los nenúfares han resistido el invierno, comenzarán a florecer ahora. Pon más plantas oxigenadoras –papiro, cabomba, cola de zorro o pino de agua, vallisneria...– para mantener el agua limpia de forma natural.
Aromáticas que protegen el huerto
1. Albahaca
: Si la plantas entre los pimientos, ahuyentarás los pulgones. También repele los mosquitos.
2. Menta
: Ahuyenta las hormigas
y los pulgones que estas trasladan, los roedores y la mariposa blanca de la col.
3. Romero: Es un perfecto repelente de la mosca de la zanahoria. Cultívalo junto a esta hortaliza para protegerla.
4. Salvia: Plántala o esparce tallos frescos entre las coles para ahuyentar las mariposas blancas que las atacan.
No olvides abonar los árboles frutales
En general, la primavera es el momento de abonar el jardín y el huerto porque las plantas están en pleno desarrollo y necesitan más nutrientes para crecer o florecer correctamente. En concreto, los árboles frutales –limoneros, cerezos, ciruelos, almendros, albaricoqueros, manzanos o perales, entre muchos otros– son muy golosos, así que en abril y mayo necesitarán un aporte extra de abono para garantizar la producción de fruta. Lo ideal es que utilices fertilizantes orgánicos naturales, como compost casero o humus de lombriz. Mezcla bien el abono con la tierra en la que está plantado el árbol frutal y aplana con las manos.
Planta ahora bulbos que florecen en verano
Cuáles son. Azucenas, calas, nardos, begonias, dalias, gladiolos, lilium y ranúnculos son algunas de las variedades de bulbos que se plantan en primavera y florecen en el verano, llenando el jardín de color gracias a sus flores de tonos vivos.
Qué necesitan. Básicamente un terreno bien drenado, porque son muy propensos a los hongos de pudrición. Es vital evitar el estancamiento del agua y regarlos de manera moderada. Cada tres semanas, apórtales un fertilizante rico en potasio. Y elimina las flores marchitas para conseguir que la floración se alargue hasta el otoño.
Ahuyenta los caracoles y las babosas
Detectarás si tienes una plaga de caracoles o babosas porque las hojas de las plantas tendrán perforaciones y rastros plateados de la mucosa de estos limacos.
Trampa casera. Entierra un recipiente entre las plantas de modo que su orificio quede a ras de suelo y llénalo de cerveza. Su olor atraerá a los bichos y caerán en la trampa.
Cáscaras de huevo. Sécalas sobre papel de cocina y tritúralas. Espárcelas alrededor de las plantas afectadas: se pegarán a la mucosa de los limacos y los inmovilizarán.
Abril y mayo es tiempo de entutorar tomates y judías
Entutorar significa poner guías a una planta para que crezca por donde queremos. En el caso de las tomateras y las judías, al entutorar conseguimos que crezcan en vertical y no se arrastren (lo que podría echar a perder los tomates y las judías). La técnica más habitual es el entutorado en cruz, como en la imagen, con cañas o listones de madera.
Cultiva una vid en primavera
Plántala en abril. Busca un rincón soleado, cava un hoyo y trabaja la tierra agregando compost y unos guijarros para asegurar el drenaje. Planta y riega abundantemente.
Guíala. La parra necesita un soporte para crecer. Utiliza un alambre para guiarla o deja que trepe por la estructura de una pérgola. Sus hojas dan una sombra fantástica.
Frutas de temporada: sabor y salud
Cerezas. Depurativas, ayudan a eliminar toxinas y evitan el envejecimiento de la piel.
Fresones. Con un 90% de agua, son muy ligeros. Son diuréticos y tienen poco azúcar.
Kiwis. Frutos de una enredadera, son una de las frutas con más vitamina C. Antioxidante.
Ciruelas. Tienen un gran efecto laxante y mucho contenido en hierro. Combaten la tos.
Melocotones. Ricos en fibra, favorecen el tránsito intestinal. Alto contenido en potasio.