En las cocinas hay que mantener una limpieza impecable, la que exige el uso y manipulación de los alimentos, sobre todo los frescos. Porque ya sabéis, somos lo que comemos. Pero esa exigencia suele tener un olvido: los trapos y bayetas de cocina. Estos textiles entran en contacto con todo tipo de gérmenes de los alimentos y de ahí es fácil que pasen a las manos, a otros alimentos o a las superficies en las que trabajamos.
Para evitar "la invasión germénica" mantén las siguientes precauciones:
- Utiliza trapos diferentes durante la manipulación de carnes y pescados. Para no equivocarte, puedes, por ejemplo, comprarte trapos blancos para las carnes y pescados, y para los demás alimentos, usar trapos de otros colores. Así, ¡nunca te equivocarás!
- No te seques directamente en un trapo después de manipular alimentos crudos. Previamente hay que lavarse bien las manos.
- Lava los trapos y bayetas con frecuencia, desinfectándolos.
- Los trapos deben mantenerse limpios y secos, porque la humedad facilita la proliferación de gérmenes. Si usas secadora, asegúrate que no los guardas húmedos.
- Cámbialos cada 24 horas si cocinas a diario.
¿Usar trapos o papel?
Otra posibilidad es sustituir los trapos y bayetas por rollos de papel, una opción cada vez más generalizada, aunque tiene dos inconvenientes: el precio y el coste ambiental. Lo recomendable es no generalizar la cultura de usar y tirar y acostumbrarnos a utilizar productos de larga vida, pero en este caso el balance ambiental no es tan evidente, por el consumo de energía que suponen los lavados y el uso de desinfectantes.
¿Sabes algún truco para que los trapos queden impecables, sobre todo los de color blanco? ¡Cuéntanoslo en los Comentarios!