Un traslado puede ser un auténtico caos sin una buena organización. Tenemos las claves para evitarlo, recogerlo todo sin problemas y volverlo a situar si perder el tiempo y los nervios. ¿Te interesa?
Organiza: Las tres fases de un traslado
1. Antes
Haz un inventario de lo que tienes que empaquetar. Prepara cajas resistentes y fáciles de levantar y protege lo más delicado (cristal, porcelana...). Etiqueta y numera todas las cajas.
2. Durante
Traslada con antelación lo que no uses a diario. Lleva contigo documentos importantes, plantas u objetos de valor. Puedes aprovechar las maletas para trasladar la ropa.
3. Después
Organízate por estancias: primero cocina; después dormitorios y, al final, zonas comunes. Desembala primero los objetos básicos. Ponte un plazo realista para tenerlo todo en orden.
Aprovecha y deshazte de objetos
Haz un poco de limpieza y llévate solo lo que quieres conservar y utilices. Avanza todo lo que puedas empaquetar por adelantado, como la ropa de otra temporada o los libros.
Elige cajas compactas y que no pesen
Asegúrate de que las cajas llenas no pesan más de 20 kilos para que sean fáciles de levantar y trasladar. Usa cajas compactas y mira que, una vez llenas de objetos, no se doblen ni abomben.
Etiqueta las cajas y hazte un listado
Numera las cajas por estancia y anota bien su contenido (no pongas vajilla, mejor pon platos hondos...). Haz una lista de las cajas y su contenido y anota también las que quieres abrir primero.
Protege lo delicado
Usa papel de embalar o plástico de burbujas (el papel de periódico puede manchar) e identifica las cajas “frágiles”.
Los objetos juntos y por estancia
Empaqueta juntos objetos similares y no mezcles en una misma caja elementos de varias estancias. Mantén las cosas juntas: embala las bombillas con las lámparas y enrolla los cables. Si los objetos tienen piezas sueltas, fíjalas a ellos con cinta adhesiva.
Una caja
para cada persona
Asigna una caja a cada miembro de la familia para que la llenen con lo que necesitan tener a mano desde el primer momento (artículos de aseo, llaves, ropa...). Mantén contigo los documentos y papeles importantes como certificados, recibos o escrituras.
Las cajas más pesadas, debajo
Reúne todas las cajas y coloca debajo las que más pesen. Es mejor trasladar las cajas llenas: facilita el apilado y la estabilidad. Separa las frágiles y las que contengan líquidos y chequea que estén todas.
Desembala según las prioridades
Organiza las cajas por estancias y empieza por las prioritarias. Comienza por la cocina y los dormitorios. Es mejor tener una estancia desembalada por completo que muchas a medias.
El orden es cosa de toda la familia
Cada miembro de la familia debe encargarse de colocar en su habitación sus maletas y cajas y también colaborar en las zonas comunes. Si todo el mundo participa, en pocos días todo estará en su sitio.
Por colores
Asigna un tono a cada habitación para saber dónde va cada caja. Usa adhesivos o washi tape.