Que levante la mano quien no haya tenido semanas un cuadro apoyado de cualquier manera en un rincón por no atreverse a colgarlo, una silla que cojea o un enchufe inutilizado porque un día 'murió' y no sabemos ni por dónde empezar para cambiarlo. ¿Nadie? Pues es el momento de tomar cartas en el asunto y lanzarse con esas pequeñas reparaciones que, en realidad, no requieren más que un poco de tiempo, paciencia y, sobre todo, herramientas adecuadas.
No te pueden faltar
Las herramientas básicas de bricolaje de cualquier 'manitas' –o aprendiz de– son las siguientes:
- Martillo. El más habitual es el de cuña, que tiene una cabeza de acero templado de unos 300 gr., aunque también los hay de 'orejas', prácticos para sacar clavos con facilidad.
- Destornillador. Eso sí, con puntas intercambiables, de distintas formas y tamaños, para no encontrarse con aquello de que una no ajusta y la siguiente no cabe. Y, para los tornillos de cabeza hexagonal, un juego de llaves Allen.
- Llave inglesa de tamaño medio –o un juego de llaves fijas con distintas medidas–, para desenroscar piezas.
- Alicate universal: adecuado para cortar y pelar cables y también útil para desenroscar tuercas y piezas de difícil sujeción.
- Cinta métrica. Debe tener por lo menos 5 m y ser rígida, para que no se doble mientras medimos.
- Luz frontal. Te dejará las manos libres mientras ilumina huecos y rincones difíciles.
- Nivel. Imprescindible para asegurar acabados rectos de estantes, arrimaderos, papel pintado, etc. Los hay de burbuja, los más sencillos, y versiones digitales con láser.
- Cúter y tijeras. Elígelos de buena calidad, con mango ancho y ergonómico, para mayor seguridad.
- Espátula. Para enmasillar agujeros de tacos que ya no se usan o grietas.
- Brochas y rodillo. Son los básicos si la pintura entra en tus planes de bricolaje.
- Detector de cables. Parece muy técnico pero es ideal para localizar cables o tuberías antes de taladrar la pared y evitar accidentes y averías.
Máquinas que te facilitan la vida
Por lo que se refiere a las herramientas de bricolaje, la más básica es una taladradora –mejor multifunción–, aunque hay algunas otras que también te serán de gran utilidad. Mira en la galería de imágenes cuál es cuál y toma nota de para qué sirven:
- Taladradora. Hay modelos que, además de agujerear la pared incorporan accesorios para atornillar –aunque los destornilladores eléctricos son más pequeños y manejables–, así como función de percutor. Las más habituales se conectan a la electricidad, aunque hay modelos accionados por baterías, que evitan las molestias de los cables y los engorrosos alargos.
- Grapadora. Para fijar materiales como tela, cartón o chapa de madera, es una herramienta básica para retapizar sillas y otros muebles de forma rápida y eficaz. Las hay también con accionamiento a batería, para una mayor comodidad de uso.
- Lijadora. Perfectas para pulir y lijar cualquier superficie que se quiera repintar, ya sea madera o metal, son grandes aliadas para dar un cambio de look a todo tipo de piezas sin esfuerzo. Elige una cuyo perfil te permita llegar hasta los rincones más difíciles y, si es posible, con sistema de extracción de polvo, para mayor comodidad.
- Pistola de pegar. Se acabaron las inevitables esperas con otro tipo de adhesivos. La silicona caliente que usan estas pistolas permiten encolar cualquier material de forma instantánea y segura. Aptas para madera, plástico, tejidos, etc., un modelo que pueda trabajar a baja temperatura (250ºC) tanto como a alta (380ºC) es ideal tanto para trabajar con materiales delicados como para mayores requerimientos de pegado.
- Cortadora. Para bricoladores algo avanzados, que quieran cortar madera, metal, cerámica PVC, etc de forma limpia, rápida y segura, con acabados perfectamente rectos. Mejor un modelo que se pueda acoplar al aspirador, para trabajar sin ensuciar.

Todo a mano
De nada sirve tener el juego más completo de herramientas si: a/ no sabes dónde lo guardaste o b/ cuesta tanto sacarlas y meterlas que te da pereza antes de empezar.
Si puedes disponer de un pequeño rincón para ello, una mesa con cajones y un panel colgado en la pared es cuanto necesitas para tener ordenadas todas las herramientas y utensilios de bricolaje y, de paso, poder trabajar en pequeños proyectos.
Si no, con una caja o una cajonera lo suficientemente amplia para albergarlo todo será suficiente. Sea lo que sea lo que escojas, mejor con compartimentos y bandejas extraibles para poder clasificar los elementos más pequeños.
No olvides los consumibles...
No falla: siempre falta el taco que encaja con la broca que tenemos o la escarpia que ajusta en ese taco; tenemos tornillos de cabeza plana y hacen falta redondos... Evítalo haciéndote con una caja surtida con todos esos 'consumibles', que combinan piezas de distintas medidas y para distintos materiales. O asume que tendrás que salir a comprarlas para cada proyecto, con el consuelo de que no tendrás que acumular un sinfín de piezas pequeñas que a saber cuándo usarás.
Cinta aislante, adhesivo universal, cola de impacto, masilla... Todos ellos te sacarán de más de un apuro aunque, en el caso de las sustancias líquidas hay que asegurarse de guardarlas bien cerradas y de pie, para que no se sequen.
El papel de lija de grano medio te ayudará a conseguir resultados perfectos en todo tipo de superficies.
Empieza por...
Colgar un cuadro
Necesitas: taladro; broca; taco del mismo tamaño; escarpia.
Marca el punto exacto y haz el agujero con el taladro como percutor. Pon el taco y enrosca la escarpia. ¡Ya puedes colgarlo! Y un consejo: engancha con cinta adhesiva un sobre abierto bajo el punto a taladrar para que el polvo no caiga al suelo.
Una silla que cojea
Necesitas: lija para madera; tacos protectores; corcho; cola.
Retira los protectores plásticos de las patas. Mide la diferencia entre la pata más corta y las demás. Corta un fragmento de corcho con esa medida y encólalo a la pata, previamente lijada. Coloca nuevos protectores en todas las patas.
Cambiar un enchufe
Necesitas: un enchufe; destornillador; alicate; linterna.
Desconecta la luz y desatornilla el enchufe. Pela 3 cm de cable de los 3 hilos. Ajústalos en el nuevo enchufe: el hilo de tierra –el verde y amarillo–, en el tornillo central. Y los hilos fase y neutro, en las patas del enchufe. Móntalo de nuevo.