¡Y ojo con la publicidad! No hablamos de los anuncios de televisión o de las revistas. No. Hablamos de los impactos visuales que recibimos a través de las redes sociales. Instagram o Pinterest, por ejemplo, son auténticos generadores de deseos. Vemos imágenes maravillosas continuamente (aunque no tengan que ver con la decoración) y en nuestra mente se genera la sensación de que eso es lo que tiene/hace todo el mundo, y que nosotros debemos ser iguales.
Cuenta hasta 10
Es el viejo truco de las abuelas ("antes de contestar cuenta hasta 10") pero todavía sirve. En el caso de compras decorativas, transformamos el "cuenta hasta 10" en "espera hasta 10 minutos". Sal de la tienda, date una vuelta y dale tiempo a tu cabeza para que reflexione si realmente necesitas esa pieza. En la mayoría de casos, el impulso irrefrenable de compra se enfría y vemos con más claridad si es una compra necesaria o si va a acabar siendo un "pongo" más en casa. Ponlo en práctica. Funciona.