Aprovecha el cambio de estación para hacer esos pequeños arreglos que dejarán tu casa perfecta. Es más fácil de lo que crees. ¡Te convertirás en la nueva manitas de casa!
Muebles envejecidos
Repara los arañazos de la madera con cera de su mismo color. Primero prueba en una zona no visible, como las patas, para ver el efecto.
En las maderas lacadas en blanco o tonos claros rellena los arañazos con pasta de dientes.
Baldas combadas. Humedece un poco, coloca peso encima para rectificar su forma, y vuelve a colocarlas una vez que estén secas.
Cuando la mesa cojea. Si se ha desgastado el taco, coloca corcho o fieltro en la base para igualar las patas. También puedes destornillar la pata. Retira la madera desgastada, rellena el hueco con masilla y vuelve a atornillar antes de que se seque.
Cajones que se atascan. Sácalos, limpia las guías y frótalas con una pastilla de jabón. Repite la operación hasta que el cajón se deslice sin problemas. La cera de una vela consigue el mismo efecto lubricante.
Paredes rozadas
Destina un fin de semana para pintar una estancia. Si te lo hace un profesional, un salón de 20 m2 te cuesta unos 400€ (incluye preparación, dos manos de pintura y limpieza). Prepara la estancia Cubre el suelo con papel de embalar y coloca los muebles tapados con sábanas en el centro de la estancia. Protege con cinta de carrocero los interruptores, los bordes de ventanas y puertas...
Repara las paredes. Rellena los agujeros con masilla de acuaplast hasta que la superficie quede lisa. Si tienes papel pintado y está en buen estado, puedes pintar encima.
Da dos capas. Para conseguir un mejor resultado. Pinta de arriba abajo (primero el techo) y deja el tiempo de secado de 6 horas entre capa y capa.
Elige pintura lavable. Es más fácil de aplicar y de mantener. La pintura lavable al agua de una capa de 2,5 litros cubre entre 10-12 m2 de pared y cuesta unos 15€.
Suelos que crujen
Con el tiempo la madera se queda seca y cruje con las pisadas.
Con humedad. Pasa una fregona mojada para remediarlo. Retira enseguida el exceso de agua para que no cale demasiado.
Revisa las lamas. Si aún así persiste el problema puede deberse a la colocación de los rastreles. Inyecta parafina caliente con una jeringuilla para solucionarlo.
Rellena los espacios entre las lamas con una mezcla de serrín y cola. Usa una espátula para cubrir las ranuras. También es efectivo espolvorear con polvos de talco.
Pavimento desgastado
Puedes cambiarlo tú misma. Tienes varias opciones con buen resultado.
El sistema click de las tarimas de madera te lo pone fácil. Debes colocar debajo una plancha de material plástico para aislar el suelo y montar encima las láminas haciéndolas encajar. Deja en los extremos unos milímetros libres, porque la madera se expande con la temperatura. Calcula que solo el material te cuesta unos 20 €/m2.
Suelos adhesivos en forma de losetas o tiras de poliuretano. Son fáciles de colocar y muy resistentes, ya que se colocan sobre el suelo existente, presionando. Empieza por el centro de la estancia y corta con un cúter la pieza sobrante en los extremos. Encuentras losetas de 60 x 60 cm a partir de 12 €/m2.
Puertas que no encajan
Si rozan el suelo el problema puede estar en las bisagras. Apriétalas o sustitúyelas por unas nuevas del mismo tamaño (así no tendrás que hacer agujeros).
Si se han hinchado por la humedad, lija la base con una lija fina o una lima de madera. Repasa las juntas con un blanqueador.
Actualiza los frentes. Cambia su color con una capa de pintura. Antes de pintar, lija la puerta para que la pintura penetre mejor y protege marcos y manillas.
Con cristales. Renueva una puerta con cuarterones cambiando sus cristales o decorándolos con láminas autoadhesivas de vinilo. Aptas también para ventanas y mampara, de 46 x 150 cm cuestan unos 14 €.
Laca una puerta. Requiere, como mínimo, dos capas de esmalte laca de poliuretano, como el Titanlak de Titanlux (unos 6 €). Si lo hace un profesional cada puerta te costará 100 €.
Azulejos en mal estado
No tienes que cambiar el alicatado (una de las obras más costosas), basta con pintarlo con esmalte de azulejos, como el de Bruguer (desde 22 €).
Limpia bien los azulejos para desengrasar y después aplica dos capas de pintura (deja 6 horas de secado entre una y otra). Repasa las juntas con un blanqueador.
Si tienen grietas, cambia el azulejo, no es complicado. Pícalo por el centro para romperlo sin afectar al resto. Coloca el nuevo mojado y fíjalo con mortero de hormigón. Deja secar 24 horas.
Secretos de la perfecta "manitas"
1. Guarda de más
Calcula un poco más de pintura por si, más adelante, tienes que hacer retoques. Cierra bien el bote y ponlo boca abajo. Guarda también algún azulejo y el papel pintado. De lo contrario, cuando los necesites igual ya están descatalogados.
2. Limpia a fondo
Después de usar cualquier herramienta o brocha. La pintura al agua se elimina con agua y jabón, mientras que los esmaltes se quitan con aguarrás. Limpiar la parte metálica de las herramientas sumergiéndola en un cubo con arena y aceite.
3. Todo en orden
Destina una estantería o una zona en el trastero para el bricolaje. Guarda la pintura en un lugar fresco y seco, las brochas y pinceles colgados para que no se aplasten y las herramientas dentro de su caja. No tires las instrucciones de las herramientas eléctricas.