Las reformas suelen incluir proyectos de iluminación con los que potenciar o disimular aspectos de las casas. De nada sirve que ingenies una zona de lectura si antes nadie se ha preocupado por incluir un enchufe para tu lámpara de pie. Por ese motivo previamente hay que pensar ¡y mucho! dónde colocar las lámparas, ya sean de techo, de pared o de sobremesa.
Luego llega la parte más divertida: la de elegir su aspecto. Ahora se llevan muy relajadas, de fibras naturales, ratán, mimbre, que aportan naturalidad a los espacios. Pero no rehuyas las de metal o cristal: las primeras han tomado forma y peso escandinavos y las segundas no son nada fáciles de encontrar en los anticuarios. Así que si lo haces, no lo dudes y cómprala. Son atemporales y encajan en cualquier tipo de ambientes.