Aunque tenga pocos metros, si la aprovechas bien y destierras falsos mitos, tendrás una cocina más cómoda y más grande de lo que parece. Te damos todas las claves. Toma nota ¡y acierta!
"Hay gente que cocina a diario y no necesita demasiada despensa y gente que cocina el sábado para toda la semana y necesita mil tuppers y mucho espacio de almacenaje y congelación". Habla Judit Bustos, de Trestrastos, que tiene muy claro que cada familia tiene sus necesidades y su cocina debe darles respuesta, por pequeña que sea.
¿Qué es lo primero que debes hacer?
La forma de la cocina determinará si le va mejor una distribución en línea –la que aprovecha más cada cm–, en "L", en "U" o incluso con isla, "pero sobre todo no hay que estancarse en lo que tienes ahora sino imaginar el espacio vacío y proyectarlo de nuevo pensando lo que te viene mejor a ti y al espacio", dice Júlia García.
Lo básico: maximizar la superficie de trabajo
La encimera es primordial y cuanto más pequeña es la cocina, más escasa es. De ahí que un objetivo básico sea conseguir la máxima superficie de trabajo. "La clave es separar al máximo el fregadero y los fuegos –que por seguridad deben estar al menos a 45 cm de distancia– porque es la zona que más se utiliza para trabajar. Aunque el fuego quede junto a una pared, es mejor porque rentabilizarás más el espacio", aconseja Judit. Y un falso mito a desterrar: que dos fregaderos son mejor que uno. "En una cocina pequeña está casi prohibido. Es preferible un fregadero grande, de hasta 50 x 40 cm. Ahorra mucho espacio de encimera".
Cajones mejor que armarios
Si puedes, elige cajones antes que puertas con baldas. Es más caro pero compensa por practicidad y comodidad. Como dicen en Santos, en un cajón extraíble ves mejor el contenido y es más fácil acceder a él que en un armario con baldas. "Si puedes, pon un cajón de 120 cm de ancho en vez de uno de 60. Será más económico porque harás una sola pieza en vez de dos y podrás guardar más y mejor", aconseja Julia. ¿Y qué sucede con las esquinas? "Bastará una simple estantería en esquina con una puerta y guardar allí lo que no utilices a diario". Algo que también puedes guardar en los armarios altos. Si tienes una altura de 2,60- 2,70 m, instala muebles hasta el techo y guarda en ellos la cazuela del caldo, la sartén grande o el exceso de tuppers. Aunque sea algo inaccesible, no debes desaprovechar este espacio.
Para tener todo más a mano
Si la altura te lo permite, haz dos niveles de armarios en la parte superior de la cocina. Además de los que llegan al techo, haz otra línea sobre la encimera, con puertas abatibles hacia arriba. Para que te sean cómodos, ten presente que debes llegar al tirador de la puerta sin problemas cuando está abierta. Otro tipo de mueble que te permitirá tenerlo todo a mano es una columna extraíble, eso sí, siempre que no tenga más de 40 cm de ancho (en ese caso pesará demasiado para abrirla y cerrarla). E incluso puedes aprovechar el espacio del zócalo para guardar bandejas, recambios de bolsas, papel de aluminio... ¡Son 10-15 cm muy valiosos! Hay marcas, como Santos y Schmidt, cuyos muebles reducen el zócalo y son unos cm más altos (78-80 cm de alto en lugar de los 70-72 habituales) y ganan entre un 33 y un 50% de almacenaje. De todos modos, la cocina es una estancia en la que se suele acumular en exceso. Para guardar solo lo necesario, Judit aconseja seguir la misma táctica que en el vestidor, es decir, deshacerte de todo lo que no hayas usado en un tiempo. "Plantéate si lo que no has usado ni una sola vez en un mes debe estar ahí". Otro buen consejo es considerar otros lugares de la casa para guardar productos relacionados con la cocina, por ejemplo, es aconsejable guardar en la cocina solo la vajilla de diario y el resto, en el comedor.
No renuncies a disfrutar de un office
Una balda abatible y un taburete te bastarán para desayunos o comidas rápidas. O bien la solución de Trestrastos: "Mesas extraíbles ocultas o que corren sobre la encimera", nos cuenta Júlia. Y para completar estos minioffices y no ocupar la encimera, una muy buena idea es "instalar un rincón de desayunos sobre el microondas –sigue–. Un hueco cuadrado de 60 cm por banda y a una altura de 110 cm te permitirá guardar cafetera, tostadora y sandwichera, por ejemplo". Equípalo con enchufes y tendrás los aparatos siempre listos. 100% práctico. ¿Quién duda ahora de que una minicocina puede ser perfecta?
Todo en orden: ¿dónde guardo cada utensilio?
Batería: En un gavetero bajo la placa de cocción, si puedes tener el horno en columna. Una altura de 35 cm basta para guardar las cacerolas más grandes. También hay accesorios especiales para guardar las tapas sin que ocupen.
Vajilla: En un cajón de 20-25 cm de alto bajo la placa de cocción. Podrás guardar toda la vajilla que uses a diario. Pon separadores o topes entre pilas de platos para protegerlos. Y antideslizante en el fondo del cajón.
Minielectrodomésticos: En un cajón bajoencimera o un armario de persiana de 60 x 60 x 60 cm –los hay equipados con baldas extraíbles y enchufes–. En todo caso, evita los armarios altos: los electrodomésticos pesan y es incómodo cogerlos.
Tuppers: En un módulo estrecho, de 20 cm, con estanterías interiores, puedes tener los tuppers organizados e incluso utilizarlo de despensa. Agrúpalos por formas y guarda unos dentro de otros, formando pilas, con sus tapas debajo. Así ocupan menos.
Vasos y copas: En un armario o vitrina con baldas regulables que se adapten a su altura o con estantes metálicos de quita y pon que creen dobles alturas. Y las copas, ponlas intercaladas: una boca arriba y otra boca abajo.
Cubertería: En un cajón de 15 cm de alto y mejor si está bajo la placa de cocción. No acumules y guarda solo lo que usas: un juego para cada miembro de la familia y un par más. Existen infinidad de accesorios especiales para que crees tu distribución ideal.
Placa de cocción: No necesitas más que una placa de dos fuegos para el día a día. Un módulo dominó de 30 cm de ancho ocupa la mitad que una placa normal. Ganarás espacio porque puedes combinar la placa con otro electro (freidora, plancha...).
Campana: Telescópica es la elección ideal para minicocinas porque se oculta bajo un mueble y te permite aprovechar el espacio superior. Elígela tan ancha como la placa de cocción, pero no menos. Y al menos con 600 m3/h de absorción.
Horno y micro: En una cocina mini un horno compacto de 45 cm de alto en vez de los habituales 60 es vital: puedes ganar un armario de 20 cm. Elige un combi, es decir, un horno microondas. Así tienes dos electrodomésticos en uno.
Lavavajillas: De 45 cm es suficiente tanto para 2, como para 4 e incluso para 6 poniéndolo tras cada comida. Además, no acumularás suciedad. De tamaño mini, como solo mide 44 cm de alto x 55 de ancho x 52 de fondo puedes ponerlo sobre la encimera.
Frigorífico: Bajo la encimera son la solución ideal cuando no cuentas con espacio en alto para poder tener un combi. También existen cajones frigoríficos, que resultan muy cómodos en cocinas mini. Por su capacidad reducida –unos 120 litros–, deberás reponer los alimentos con frecuencia.
Lavasecadora: Si tienes la lavadora en la cocina y no te cabe una secadora, elige una lavadora secadora con reductor de ruido. Eso sí, podrás secar solo una parte de la carga. Si la panelas quedará oculta y evitarás que los humos o la grasa acaben afectando los mandos.