Una casa sin peleas... ¡y todos contentos!

 Guárdalos, junto con los aparatos de tecnología (móviles, tablets, cargadores...) en una bandeja o cajón. Y no dejes que nadie se “adueñe” del mando a distancia. Es la manera de evitar peleas.

Un exceso de electropolución en el ambiente altera el organismo y aumenta la sensación de estrés o irascibilidad. Para evitarlo, rodéate de materiales naturales, no sintéticos, desenchufa los aparatos eléctricos cuando no los estés utilizando y desconecta el wifi por la noche para garantizar un sueño reparador.

Debéis encontrar una temperatura de equilibrio. En verano no tiene sentido pasar frío. No pongas el aire acondicionado a menos de 22º C y piensa que también puedes refrescar la casa con ventilación cruzada o ventiladores. Y en invierno es más coherente abrigarse un poco que subir demasiado la calefacción.

 Usa accesorios, cajas, cestas, perchas múltiples... para optimizar y compartimentar el interior de armarios y cajones. Te ayudarán a aprovechar el espacio del vestidor y mantener el orden, especialmente si el armario es compartido. 

 Para vivir en armonía, una persona necesita disponer de algún espacio “privado”. El objetivo es poder relajarse, leer o ver la tele sin molestar a los demás. Si no cuentas con ese espacio físico, una buena opción es pactar horarios, días o turnos para usar los espacios comunes... ¡pero sin olvidar hacer cosas juntos!

La cocina es una de las estancias integradoras de la familia. Es importante conseguir una atmósfera acogedora y funcional, que invite a pasar un rato con los tuyos. Divide y reparte las labores a realizar (preparar la comida, poner y recoger la mesa, ocuparse del lavavajillas…). Entre todos, el trabajo es más divertido.

Ya de bien pequeñitos deben aprender a cuidar sus juguetes y mantenerlos en orden. Pero para ello hay que ponérselo fácil: pon cajas y contenedores que puedan coger y mover fácilmente. Y para que sepan identificar dónde va cada cosa, pon etiquetas descriptivas. Los estantes especiales para cuentos resultan muy útiles para ordenar sus cuentos: colócalos a su su altura para que puedan cogerlos y guardarlos sin problemas.

 Por las mañanas y en las horas puntas, el baño suele ser motivo de tensiones, porque todos lo necesitamos a la vez y normalmente con prisas... Si no contamos con dos baños en casa, una opción es separar el inodoro del lavamanos y la ducha: así podrán usarlo dos personas a la vez.

El concepto del orden y la limpieza es muy subjetivo. Pactad un límite válido para todos y colaborad en la limpieza (una responsabilidad que puede ser rotatoria). Podéis crear una zona más “caótica” o permisiva, por ejemplo en el cuarto de los chicos, y ser más pulcros en el resto de la casa.