Si observas tu casa con detenimiento, seguro que encuentras muchas cosas que te gustan. Estás rodeada de piezas que te hacen sentir bien (los muebles, los colores, los objetos). La casa está limpia, ordenada, y es tu refugio, ese lugar donde te encuentras como en ningún otro sitio.... Y sin embargo, es posible que en tu casa haya muchos materiales y productos tóxicos que te perjudiquen día tras día. Convivimos con más de 5.000 agentes químicos que pueden afectar a nuestra salud. “No hay que alarmarse", explica Carlos de Prada, responsable de la campaña Hogar Sin Tóxicos, "pero sí que es importante que reduzcamos al máximo los compuestos químicos que hay en casa". Igual que nos ocupamos de dejar la casa libre de microbios, deberíamos reducir la presencia de agentes que favorecen el asma y otras muchas enfermedades, incluidos algunos tipos de cáncer.
Ventilar a diario y aspirar el polvo
La medida más eficaz para reducir la concentración de compuestos dañinos está al alcance de todos: hay que ventilar y limpiar el polvo con asiduidad. Abrir las ventanas durante diez minutos cada día es suficiente para renovar el aire. De esta manera se reduce la concentración de compuestos orgánicos volátiles (COV), que son emitidos sobre todo por muebles de madera aglomerada o contrachapada, alfombras, tejidos, pinturas y materiales plásticos. Para evitar los COV, Carlos de Prada recomienda que elijamos muebles y objetos de madera maciza, si es posible, y que preguntemos a los vendedores si han sido acabados con barnices al aceite o al agua, en lugar de barnices con disolventes. También es importante aspirar el polvo con bayetas de microfibra que lo absorben y no lo esparcen. "No es como antes, el polvo hoy en día reúne cientos de compuestos químicos artificiales que no son inocuos”, asegura.
- Al ventilar, se eliminan los compuestos orgánicos volátiles (COV).
- Ventila a diario 10 minutos con ventilación cruzada, que haya corriente.
- Elige muebles de madera natural, y con barnices al aceite o al agua, más saludables.
Solo pinturas ecológicas y acuosas
Otro elemento a tener muy en cuenta son las pinturas y los barnices. "Nunca deberíamos lijar paredes o ventanas que conserven capas de pinturas antiguas, ya que los restos podrían contener plomo y otros tóxicos", aconseja. Las pinturas actuales no lo contienen pero también incluyen ingredientes dañinos como los disolventes obtenidos del petróleo. Son los responsables del típico olor intenso que nos obliga a ventilar mientras pintamos. ¿Cuál es la alternativa? Elegir pinturas ecológicas y naturales con base acuosa.
Los campos electromagnéticos
José Luis Bardasano. Dtor. Especial. Médicas de la Universidad de Alcalá de Henares.
"No hay duda de que las emisiones de routers WiFi, de móviles e inalámbricos afectan a nuestros ritmos biológicos y reducen la producción de la hormona melatonina que, entre otras funciones, es anticancerígena. Lo mejor es limitar las ondas electromagnéticas, conectando el router al ordenador con cable, en vez de WiFi, apagando el móvil si no los usas y evitando enchufes junto a la cama".
Filtrar el agua y limpiar con salud
El agua, que debería ser fuente de salud, es una de las principales entradas de materiales tóxicos. La primera medida para mejorar el agua es instalar filtros de carbón activo o resina: reducen los niveles de trihalometanos, unas moléculas cancerígenas que se forman por la acción del cloro sobre compuestos orgánicos. También minimizan las dosis de metales (cadmio, plomo, hierro...). Los filtros se pueden colocar en los grifos del baño y la cocina. Otra opción es instalar un filtro de ósmosis inversa que permite obtener agua prácticamente pura. Pero la mejor prevención pasa por evitar beber y cocinar con agua corriente.
Los productos para la casa también han ido reduciendo sus proporciones de amoníaco, formaldehído y detergentes sintéticos. Conviene usar limpiadores de base jabonosa y sin perfumes, y apostar por productos de higiene sin parabenes o con avales ecológicos (certificación Ecocert o BDIH). "Con estas sencillas medidas se puede disminuir la toxicidad de la casa. La buena noticia es que ahora ya hay soluciones saludables para cualquier aspecto de la casa”, concluye De Prada.
- Poner filtros en los grifos reduce la entrada de los trihalometanos que forma el cloro.
- Los limpiadores sin perfume y de base jabonosa suelen contener menos tóxicos.
En la cocina técnicas de cocción que te protegen
Evita las sartenes y ollas de aluminio con recubrimiento plástico, ya que disminuyen las defensas. Lo más recomendable es usar menaje de hierro, acero, titanio, o con recubrimiento cerámico. En cuanto a la cocción, las técnicas más seguras son la cocina al vapor o al agua; las frituras con aceite humeante liberan compuestos cancerígenos.
Alimentos que te cuidan
Las bayas, los arándanos, las moras, así como el té verde, la cúrcuma y el brócoli son anticancerígenos.
La garantía de una base científica
Carlos De Prada. Periodista, Presidente de Hogar sin tóxicos
"Está demostrado que hay materiales nocivos que se utilizan dentro de casa. En febrero de 2013, la OMS publicó un informe que relacionaba los ftalatos, bisfenol a o retardantes bromados de llama con algunos cánceres hormonodependientes (pecho, ovarios, próstata...). En 2010 en Estados Unidos, señalaron al radón, al formaldehido y al benceno como agentes tóxicos causantes de la enfermedad".
Los materiales más peligrosos y sus alternativas sanas
Ftalatos. Están presentes en los plásticos blandos que se usan para suelos (vinilos), films para envolver alimentos, pegamentos, barnices... La opción sana son los suelos de madera o corcho, los barnices con base acuosa y acabados de madera sin tratar.
Insecticidas. Evita los insecticidas que emanan sustancias muy tóxicas. Algunas alfombras y telas están impregnadas con sustancias fungicidas. Protégete de los insectos con mallas en las ventanas, cierra las grietas... Y usa remedios caseros como vinagre y limón con clavos.
Formaldehido. Son los gases que emanan las colas de muebles, contrachapados, alfombras, aparatos eléctricos, barnices y pinturas. Elige maderas macizas, con barniz al agua o al aceite y evita los conglomerados. Algunas plantas como ficus y cintas los absorben.
Bisfenol tipo A. Está presente en el plástico de las carcasas de los ordenadores, las fundas de CD, las latas, las cajas, algunos muebles... Elige envases de cristal, cartón o papel, según el producto y el uso. Hay envases que ya indican que no tienen Bifenol A.
Retardantes. Son retardantes de llama, que dan un tratamiento ignífugo, presentes en los colchones, todo tipo de tejidos y algunos electrodomésticos. Son difíciles de evitar, pero mira la etiqueta de las telas y tejidos, y pregunta al comercial que te ofrezca versiones sin retardantes.
Radón. Es un gas radiactivo que se origina en algunas rocas graníticas (sobre todo en el macizo gallego) y puede filtrarse por el subsuelo de la casa. Ventila bien, diez minutos al día con ventilación cruzada (dos ventanas en corriente). Puedes hacer una medición y sellar las grietas.