Conchita quería redecorar su recibidor y no sabía cómo, así que decidió ponerse en nuestras manos. “Lo hice con los ojos cerrados, con la certeza de que me iba a encantar el resultado”, nos cuenta. Fuimos a su casa, estudiamos su recibidor, y le propusimos varios cambios. Conchita se entusiasmó: cambiar la pared rojiza, que oscurecía y empequeñecía el espacio, por un zócalo de Leroy Merlín y un papel pintado de Coordonné, todo en tonos claros, y una cómoda de Alquería, la butaca y el espejo –ambos de Huerta de San Vicente– para decorar el espacio y darle utilidad.
Solo un cambio de colores hacia tonalidades claras y unos muebles con encanto han transformado por completo este recibidor. Ahora ha ganado luz, amplitud y vitalidad. Y Conchita está encantada con su nuevo recibidor y con los regalos que lo han hecho posible: el zócalo alto de Leroy Merlín, el papel pintado de Coordonné, la cómoda de Alquería y la butaca y el espejo de Huerta de San Vicente. “¡Por fin el recibidor es alegre y acogedor! Una carta de presentación perfecta”: Conchita está contenta.
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