Renovar el porche requiere el mismo esfuerzo que cualquier otra estancia de la casa, no vale todo por mucho que sea una zona más relajada. Este es el paso a paso que se siguió en el exterior de esta casa rústica hasta quedar así de bonito y natural:
1. Delimitar el espacio
Es importante definir bien el lugar de los hechos. El techo, en este caso de cañizal, es el que pone los límites al espacio que se ubicará bajo él. El sofá rinconero enfatiza esta delimitación por uno de los lados exentos de pared y las macetas marcan las esquinas que conectan con la zona ajardinada.
2. Seleccionar los colores
Sobre una base neutra en los tonos de la piedra natural, madera y beige, este porche apuesta por colores estivales en los complementos. Aquí: verde, salmón y amarillo. Estos colores se combinan en piezas de distintos tamaños para que creen movimiento. Un par de cojines por asiento bastan para crear un efecto confortable en el sofá.
3. Elegir la mesa de centro
La mesa de centro es una de las grandes decisiones a la hora de renovar este porche. Tiene que resultar lo bastante ligera como para no recargar el espacio, pero tener suficiente superficie, pues será el lugar donde se sirvan los aperitivos antes de comer, donde se traslade la sobremesa con los cafés y donde también se sirvan las copas después de cenar. Para crear sensación de reunión, la forma de L del sofá rinconero se completa con pufs a modo de asiento al otro lado. Un toque fresco, informal y lleno de color.
4. Los detalles, que no falten
En este escenario no cabe duda de que los cojines son los complementos estrella, pero los detalles son los que consiguen llenar de magia este rincón. Botelles de cristal a modo de jarrón, cubos de zinc transformados en macetas, bajoplatos forrados con tela, vajillas de colorida cerámica, bandejas de fibra natural... Nunca hay que olvidar estos detalles, tanto los decorativos como los que te ayudarán a servir, pues son los que marcan la diferencia.