Desde que los desterraron del baúl de los recuerdos, el papel pintado no ha parado de sumar adeptos. Y no es de extrañar porque sus ventajas saltan a la vista: protege las paredes y oculta imperfecciones, decora, personaliza los espacios, es fácil de aplicar pero también de quitar. Además, en función de los diseños que escojas, se convierte en un protagonista más de los juegos de los más pequeños.
Papel magnético de Sian Zeng.
De hecho, una de las novedades en papel pintado son los papeles magnéticos, pensados para poder interactuar con ellos mediante imanes en forma de animales o de diferentes personajes relacionados con el papel pintado para crear historias. Estos papeles se componen de tres papeles diferentes: uno de base que es el magnético, otro blanco a modo de separación y finalmente el papel pintado con el diseño.