¿Se puede multiplicar la luz? Sí, si juegas con el espacio, el color, las lámparas... Todo vale para lograr una casa más luminosa.
Suelos y paredes brillantes
La luz viaja por el espacio y son los elementos que encuentra en su camino los encargados de potenciarla o disminuirla. Elige distribuciones abiertas y flexibles que permitan que la luz circule. Luego, juega con los materiales. Cuando la luz entra en contacto con superficies lisas y pulidas se refleja más, multiplicando la luminosidad. Los suelos más reflectantes son los de gres y mármol pulido. En los de madera, no apliques un acabado satinado y elige un barnizado brillante. También ganarás luz en las paredes con pinturas claras de acabado brillante, lacas y estucos.
Espejos: crea falsas ventanas
Ya sea en una pared o sobre un mueble, los espejos duplican literalmente la luz. Sitúalos frente a una ventana o exterior (para que reflejen el sol y las vistas), elígelos proporcionales al espacio y colócalos a la altura de los ojos.
Destellos
Oro, plata y cojines satinados, son detalles que dan luz. Los accesorios metálicos (dorados y plateados) y el cristal te ayudan a ganar luz con sus pequeños destellos. También las texturas satinadas crean brillos tenues y muy románticos. Elige cojines de seda o gasa y colócalos cerca de las ventanas, donde reciban los rayos de la luz del sol.
Más cristales, mucha más luz
El cristal es tu mejor aliado. En sus infinitas versiones, ya sea como hoja fija, murete o tragaluz, te permite llevar la luz natural a los espacios más oscuros (baños, cocinas, pasillos sin salida al exterior...). Puedes incorporar un único panel de cristal en el frontal de la puerta, que resultará más económico, o crear decorativos cuarterones. Las puertas más luminosas son las de madera clara o lacadas en blanco y con perfiles mínimos. Si necesitas intimidad, elige un cristal translúcido.
Claridad gracias a las telas
1. Tapicerías. Los tejidos ligeros, sin mucha textura (algodón, lino...) y de tonos neutros reflejan mejor la luz. Huye de los grandes estampados porque provocan contrastes que absorben más luz.
2. Cortinas. Siempre transparentes (gasas, muselinas...), a juego con las paredes, y colgadas de forma sencilla para no crear sombras ni arrugas. Los detalles de cristal son un guiño divertido para reflejar brillos.
3. Estores. Si te decantas por los estores, elígelos tipo screen, con la trama de 14% de abertura que permite la máxima.
Elegir las lámparas. Iluminar y crear calidez
Máximo una lámpara. No ilumines todo con la misma intensidad ni abuses de la luz cenital. No pongas más de una lámpara de techo por estancia para evitar deslumbramientos.
El lugar ideal. Elige el espacio que tu quieras destacar (la zona de estar, el rincón de lectura) e ilumínalo con iluminación general reforzada con puntos de luz puntual que sea acogedora.
Baña las paredes de luz. Dirige una luz perimetral hacia las paredes: así definirás y ampliarás el espacio. Conseguirás un efecto de luz natural si usas Leds de luz muy cálida.
Muebles claros y estilizados
Busca diseños muy ligeros, piezas estilizadas que no “pesen” visualmente. Arrima los muebles más voluminosos a las paredes, dejando el centro del espacio lo más despejado posible y elige muebles horizontales que te permitan la máxima perspectiva espacial. Utiliza muebles poco altos, (aparadores, consolas...), estanterías sin trasera, sofás con respaldos bajos y armarios con acabados de pladur o espejo que se integren en la pared. Recuerda que los muebles blancos o de maderas claras reflejan mejor la luz y amplían visualmente todo el espacio.
Y en las paredes...
Colores suaves. El color que más refleja la luz, hasta un 80%, es el blanco. Le siguen cremas, beiges y amarillos. En espacios ciegos o con poco sol, pinta con estos colores, y añádelos también en pequeñas dosis en telas, muebles, puertas o molduras.
Con luz puntual. En rincones donde se necesita luz extra, como el escritorio, pon unas luminarias suspendidas sobre la mesa. Y completa con un flexo con bombilla de 60 W. Colócalo en el lado contrario al que escribas.
Encimera. Necesitas una luz potente y puntual, que o consuma mucho puesto que va a estar mucho tiempo encendida. Empotra o fija Leds o fluorescentes de bajo consumo bajo los armarios altos.
Espejo de baño. Ilumínalo con lámparas halógenas situadas en los laterales para no crear sombras. Así los reflejos en el espejo potenciarán la sensación de luminosidad.
Zonas de paso. Si proyectas las luminarias hacia la pared lograrás ensanchar las paredes. Si el techo es bajo, pon las luces en la parte superior de las paredes o incluso en el mismo techo, mientras que si es alto, aléjalas de él y aumentarás la sensación de altura y amplitud.
Y mira las fotografías en la Galería para ayudarte a comprender cada paso que te hemos contado.