Elevar el techo o acercarlo, ensanchar el pasillo, enmarcar una zona de juegos... Con la pintura puedes conseguir que tu casa parezca otra.
Destacar el techo y dar calidez
Cuando un techo es atractivo hay que sacarle partido.
Subir o bajar el techo. Si el techo es muy alto, para acercarlo y ganar calidez, hay que pintarlo de un tono más oscuro que el de las paredes. Y al revés, para alejar el techo, apostar por colores claros.
Vigas. Siempre que puedas mantén el color original de las vigas o aplícales un decapado blanco. Y pinta las paredes en tonos azulados, como en la imagen o claros que resalten la madera y le den un protagonismo absoluto.
Muebles. Acerca el techo con muebles de líneas horizontales (camas bajas, consolas o mesas auxiliares...). Si son blancos también sumarás luz.
Un tándem perfecto. Los tonos pastel reencuadran los muebles blancos y, juntos, regalan un plus de luminosidad a las vigas de madera.
Unifica con ayuda de los colores
Los espacios compartidos, como un salón comedor, necesitan sensación de continuidad y profundidad.
Tonos fríos. Usa una sola pintura para unificar ambientes. Los tonos fríos (verdes, azules...) refuerzan la sensación de alejamiento, sumando metros.
Muebles claros. Consigue un plus de luminosidad con sofás de tonos claros y cálidos (este de lino beige), muebles de madera clara y con la veta a la vista, y alfombras vegetales.
Bicolor. Evita los techos muy oscuros que crean efecto cueva, aquí el techo es de un tono más claro que el de la pared.
Gana altura con techos blancos
En ambientes con techos bajos es importante tener sensación de ganar altura.
Techo blanco. Para que parezca más alto y luminoso (refleje más la luz), píntalo de blanco, como en la imagen.
Gris marengo. Usa tonos oscuros en las paredes si el espacio está orientado hacia el sur, ya que no necesitarás luz extra.
Iluminación. Refuerza el blanco con luz dirigida al techo.
Cuanto más contraste... Los techos se elevan cuanto mayor es el contraste con las paredes. Las molduras acentúan esta percepción.
Juega con las paredes y amplía
La pintura es la herramienta más efectiva para separar, enmarcar y zonificar ambientes.
Amplía. Aleja las paredes pintando las laterales y el techo en un tono luminoso y claro.
Destaca. Pinta una sola pared para enmarcar una zona.
Camufla. Elige ventanas y puertas blancas para que pasen más desapercibidas.
Beige y malvas. Los beiges
y cremas, combinados con tonos oscuros como el malva, dan dinamismo al espacio, como en esta fotografía.
Aleja una pared y da perspectiva
En espacios estrechos en forma de tubo, la pintura es la única opción para conseguir luminosidad y sensación de amplitud. Potencia la claridad utilizando tonos blancos o cremas en las paredes. ¿Más opciones? Pintar la pared del fondo de un color más oscuro o aplicar al techo un tono más intenso que en las paredes para que se creen sombras.
Acentúa los brillos. Con una pintura satinada que aporte brillo y suelos con un barniz o acabado brillante.
Separa y remarca ambientes
La pintura te ayuda a crear espacios con estilo.
Unifica con un color base. Elige un dúo de colores –verde y blanco–y aplícalos siguiendo una lógica de elementos comunes: aquí, los techos y las paredes son verdes y el blanco se utiliza para los suelos y para remarcar.
Resalta las divisiones. Si hay un pilar, una columna, una viga, o una simple moldura, añádeles un toque de color. Basta con una pincelada como la de la imagen. Aquí las molduras blancas de paredes y techos marcan el espacio y señalan la frontera entre el chill out y el dormitorio contiguo.
Crea falsos zócalos. Puedes pintar un zócalo en la pared, que en este ambiente aparenta ser una continuación del suelo.
Elige la mejor pintura
Plásticas
. Son las que ofrecen mayor número de tonos. Ideales para aplicar sobre techos y paredes, son económicas, lavables, inodoras y no amarillean. Se limpia con agua y se secan con mucha rapidez.
Esmaltes. Se pueden aplicar sobre madera, metales o Pladur y ahora también existen esmaltes para pintar sobre las paredes (Titan Velvet). Los hay con base de agua (más ecológicos y con mucho menos olor) o al disolvente. Muy resistentes al calor y al desgaste continuado, tienen varios acabados: mate, satinado y brillante.
Lacas. Presentan un acabado aterciopelado, liso, ni mate ni brillante que es muy elegante. Se usan para decorar puertas y mobiliario, aunque su aplicación es difícil. Son resistentes a los cambios de temperatura.
¿Mate o satinado? Las pinturas mate disimulan mejor las imperfecciones de la pared. Las satinadas tienen un punto brillante, son lavables y muy resistentes a la suciedad y al roce.
Pigmentos ecológicos. Personaliza tu casa, fabricando tus propios colores. Basta elegir una pintura base blanca y colorearla o
teñirla añadiendo pigmentos naturales. ¡Triunfarás!
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