Pasa con la ropa, con el trabajo y, también, con la decoración de tu casa. La zona de confort es aquel lugar seguro en que todo está bajo control... Dónde el beige queda bien con el blanco, y la madera y las fibras también...Lo que pasa es que, a veces, la zona de confort es aburrida y un poco monótona. Para que tu casa no caiga en este letargo te proponemos que te líes la manta a la cabeza (solo un poco) y hagas una pequeña locura decorativa. Verás que bocanada de aire fresco entra de golpe en casa.
Hawái, Bombay...
¿Te has dado cuenta? Los motivos tropicales hace un par de años que son tendencia. Piñas, palmeras... ¡incluso flamencos! llenan con su color y vitalidad telas, papeles pintados, lámparas y demás. ¿Qué te parecería transformar una pared con un look exótico? A nosotros nos gusta para la del cabecero (una y no más) o en el baño, donde la humedad del trópico ya está presente. En ese caso que sea vinílico y con tratamiento antimoho, por supuesto.
Dale al color block
¿Cómo? Es un término que se usa en moda para referirse a la combinación en un mismo estilismo de elementos de colores opuestos o complementarios. ¿Su objetivo? Hacer que los colores destaquen más gracias al contraste y, de paso, dar una dosis extra de energía a tu casa. Si no tienes muy claro qué colores son opuestos o complementarios, puedes repasar nuestro artículo sobre Colores que emocionan.
Todo al rosa
Si prefieres apostar por ambientes monocromo –ojo, no todo en blanco que te vemos las intenciones– nosotros tenemos un idilio últimamente con el color rosa. Nada ñoño y muy luminoso y femenino. Si lo pruebas seguro que te enamoras del resultado. Ya sabes, la vida en rosa, es mejor.
Larga vida al hidráulico
Si los romanos levantaran la cabeza que orgullosos estarían de haber iniciado una tendencia que, en pleno siglo XXI, sigue triunfando: el mosaico. El hidráulico, que es el que nos interesa, se lo inventaron los franceses y desde mediados del siglo XIX pisa con fuerza. Recuerda los 10 motivos que tienes para amarlo.
Sin embargo, ahora las baldosas cerámicas imitan sus motivos ornamentales y sus colores con todas las ventajas de este material. Y a un precio mucho más económico. Y, ojo, no solo del suelo vive el hidráulico, también se atreve con el antepecho de la cocina, el sobre de una mesa o el pie de una lámpara. Fuera de contexto su impacto decorativo es mayor. Incluso hay alfombras vinílicas que los imitan con mucha precisión y estampados que suben el mosaico a la cama. Elige dónde quieres colocar el tuyo.
¿Te atreves con el juego de las sillas?
Calma, no se trata de que gires alrededor de la mesa al son de la música, sino que combines sillas distintas en tu comedor. Es un buen modo de renovar las sillas, poco a poco. Puedes hacer lo que te apetezca. Si tienes seis, por ejemplo, puedes combinar parejas de tres modelos distintos, o bien el mismo modelo en distintos colores.
Si optas por diseños muy distintos el truco para que encajen es que compartan el color, por ejemplo todas en blanco, o bien que sean del mismo material. De lo contrario la mezcla se te puede ir un poco de las manos y, eso, no nos lo perdonaríamos. Antes de elegirlas, asegúrate de que te quedan bien con el diseño y estilo de la mesa. Tienes sillas de todos los estilos en 20 sillas de comedor.
Ponte en modo "destroyer"
Igual a tu casa, además de un poco de vidilla, le hace falta más luz, pues no hay nada mejor que tirar algún tabique o, al menos, abrir una ventana para que la luz llegue donde hace más falta. Puede ser un pasillo, la cocina... Su sola presencia transforma cualquier espacio.
Para hacerlo bien no basta con darle con los nudillos a la pared para ver como "suena", lo mejor es que un profesional valore si es un muro de carga y si se puede tirar del todo o solo parcialmente. Y, después, tú eliges los perfiles, si tiene cuarterones, si la dejas abierta o con cristal. Mira todo lo que puedes hacer en Al otro lado del tabique
Hora de balancearse
¿Y si te decimos que te pongas un columpio en el salón? Sí, sí como lo oyes. En el espacio que ocupa tu vieja butaca, sosa y del montón, puedes tener un rincón de lectura a tres palmos del suelo. ¿Nos lo compras? Hay columpios de fibras muy ligeros visualmente y tremendamente decorativos que te harán volar (literalmente) dentro de casa. Eso sí, necesita unos buenos anclajes en el techo.
Puedes copiar la idea para tu terracita o el balcón y en lugar de un columpio instalar una hamaca. En tu casa, lo de hacer la siesta serán palabras mayores .
Inventa con palés: el nuevo lego
¿Has oído hablar del upcycling? Es la palabra de moda para referirse al hecho de transformar objetos sin valor para crear productos mucho más valiosos. Eso es, exactamente, lo que pasa que con fiebre de hacer de todo con palés, cuya función original es apilar cargas. ¡Quién lo diría!
Si eres un poco manitas puedes desmontarlos y hacer de todo. Aunque su silueta tal cual, sin mucho cambio, te sirve de platero o como jardín vertical para tus plantas colgada en la pared. Y apilados son geniales como base de sofás, camas, mesas... Busca un rincón, dentro de casa o en el exterior, y da rienda suelta a la Palletmanía.
Las alfombras lo cambian todo
Sobre todo, si tienen una buena dosis de color. Sobre una base neutra, como la que ya tienes, destacará todavía aún más. ¿Nuestro consejo para acertar? Que antes que nada tengas muy clara sus medidas. No hay nada peor que una alfombra demasiado pequeña en el salón: lo suyo es que queden unos 20 cm por detrás de los sofás para que enmarque bien el estar.
Y consejo número dos. Refuerza su color con complementos o alguna pieza para que no sea la única nota intensa en la estancia. Ya sabes lo que dicen, una flor no hace primavera. Y no tengas manía, las alfombras no son patrimonio de los meses más fríos. Descúbrelo en Las alfombras también son para el verano.
Una pared ilustrada
Olvídate del único cuadro triste y solo tras el sofá... eso ya no se lleva. Lo que nos gusta a nosotros (y al mundo entero) son las paredes con alma de pinacoteca. Juntar varios cuadros o ilustraciones de tamaños distintos en una sola pared queda taaan bonito.
Si lo de empezar a taladrar la pared te da un poco de miedo, prueba varias composiciones primero en el suelo. Haz fotos y, cuando lo tengas claro, ya puedes ponerte manos a la obra. Para que la composición quede bien, si las obras son muy distintas busca cierta unidad con los marcos y, si son parecidas, que sean los marcos los que marquen la diferencia. Tienes un ejemplo perfecto en Por fin tengo mi pared de cuadros.
¿Qué tal? ¿Como se te ha quedado el cuerpo después de tanta locura decorativa? Si quieres ver alguna más no pierdas detalle de nuestra galería.