Si escuchas 'estufa de pellets' y, automáticamente, piensas en aquellos trastos con botella de butano incluida o en las clásicas de leña –que están muy bien en una cabaña en el bosque pero en un piso...–, es el momento de informarte de qué son y qué pueden ofrecerte.
¿Qué son los pellets?
En pocas palabras, un combustible fabricado a partir de residuos vegetales, 100% renovable y sostenible, ya que tiene muy bajas emisiones de CO2, sobre todo si se compara con otros como el gas o el gasóleo. ¿Necesitas más argumentos? ¿Qué tal su bajo precio? Una estufa de pellets consume entre 0,20€ y 0,50€/hora, dependiendo de la potencia a la que se emplee. Definitivamente, mucho menos de lo que gastarías con una eléctrica (hasta 3 veces menos), de gas o de gasóleo.
¿Cómo es una estufa de pellets?
Aunque las hay de varios tipos, la más habitual es el modelo de aire, que reparte el calor generado por la combustión de los pellets mediante un ventilador.
Al combinar la radiación de la llama con la convección del ventilador, es una opción muy eficiente, ya que ofrece un aprovechamiento energético del 80%, que no solo permite regular la intensidad del calor que proporciona sino que incluye termostato programable.
¿Para que usos son aconsejables?
Dependiendo de su potencia, las estufas de pellets permiten calentar espacios de entre 25 y 100 m2, por lo que conviene informarse sobre la más adecuada para el uso que le vayamos a dar: ya sea como calefacción general o como complemento a otro sistema que tenga la vivienda. Son especialmente recomendables para caldear el ambiente de forma rápida y a un bajo coste.
Asimismo, hay modelos canalizables, es decir, que además de la estancia en la que se encuentra puede calentar también las contiguas, mediante un ventilador adicional que impulsa el aire caliente hacia ellas.
¿Qué instalación requieren?
La estufa de pellets coge aire de la estancia en la que se encuentra y, después de la combustión, lo expulsa convertido en humo por la chimenea.
Dicho esto, queda claro que deben situarse en un espacio con buena ventilación (o una toma de aire del exterior) y, sobre todo, con posibilidad de colocar una salida de humos. Esta última suele situarse en la parte trasera de la estufa y tiene unos 80 mm de diámetro, por lo que el agujero en la pared es mínimo. No obstante, como la normativa obliga a que los humos salgan por encima de la cubierta de la construcción, en caso de un edificio de viviendas hay que pedir permiso a la comunidad de vecinos –lo que no siempre es fácil–, razón por la que se aconsejan especialmente en casas unifamiliares o áticos.
¿Es totalmente segura?
Las estufas de pellets tienen un encendido y un control de potencia eléctrico (por lo que no olvides colocarla cerca de una toma de corriente), e incorporan una serie de sondas en diferentes puntos como en la salida de humos que avisan y sirven como sistemas de seguridad para que la estufa funcione de forma correcta, por lo que son muy seguras. En cualquier caso, conviene dejar un espacio libre entre la estufa y elementos como cortinas o alfombras, así como proteger el suelo en contacto con la estufa si es de un material 'blando' como madera, vinilo o moqueta.
¿Es cómoda de usar?
Las estufas de pellets se encienden de forma automática e incluso pueden programarse para que se pongan en funcionamiento y apaguen a determinadas horas, en previsión de cuando llegas a casa o sales de ella.
El único engorro que presentan es el almacenaje de los pellets, ya que una estufa de este tipo suele consumir entre 1 y 2 kg a la hora, en función de la potencia a la que se regule, que deberás cargar en el depósito regularmente y, lógicamente, tener disponibles, con el consiguiente espacio para guardarlos. A la venta en sacos de 15 kg o en palés, los expertos aconsejan estos últimos para ajustar aún más el precio de este combustible.
¿Qué mantenimiento necesitan?
Aunque ofrecen una combustión muy limpia, porque solo expulsa humo blanco al arrancar y la cantidad de ceniza y humo que libera en la combustión es mínima –dada su gran eficiencia energética–, se aconseja aspirar con frecuencia la zona del cenicero para una combustión óptima y limpiar semanalmente el resto de la cámara de combustión. Por lo demás, la mayoría de los fabricantes recomienda una revisión del equipo al menos cada dos años.
¿Cuánto cuestan?
Aunque hay modelos de estufas de pellets desde unos 600 euros, el precio medio de los modelos de aire convencionales se sitúa entre los 1.000 y los 1.500 €, en función de la potencia y las prestaciones. A este precio deberás añadirle el de la instalación, que puede suponer entre 400 y 600€ más, en función de si se trata de un modelo aislado o canalizable (estas últimas, más caras que las anteriores).