A nuestros ojos les gusta aprupar de tres en tres, de ahí que, por ejemplo, en fotografía, una de las reglas de composición más usadas sea la regla de los tres tercios (divide la fotografía con tres líneas equidistantes tanto verticales como horizontales. Los puntos de intersección serán los "puntos fuertes", donde será ideal situar los ítems más importantes de la imagen).
Utilizar la regla de tres es un buen antídoto contra la sensación de desorden. Unir objetos, piezas o materiales de tres en tres ayuda a focalizar la mirada y la relaja. Y es que a nuestro cerebro le resulta muy fácil encontrar el centro, el equilibrio, en un grupo de tres. Y otro dato importante, la composición también es clave. Sobre una superficie, por ejemplo, es mejor crear una composición adelantando una pieza a las otras dos, que ponerlas una al lado de la otra. Ganarás movimiento y con ello, interés.
Ya lo ves, redistribuyendo tus detalles y juntando unos o separando otros, podrás redecorar tu casa dándole más estilo con muy poco esfuerzo y, lo mejor, sin gastar 1€.