Ser padre y primerizo es una experiencia tan ilusionante... como cara. Y es que lo de que los niños llegan con un pan debajo del brazo ya pasó a mejor vida. Que si la cuna, que si el cambiador, que si el carrito, que si la sillita del coche... La lista parece interminable. Y puede serlo si no te organizas.
Antes de ponerte a comprar, haz una lista de básicos, de piezas que sí o sí necesitas desde los primeros días de vida del bebé, y una lista de "deseos", caprichos y cosas que pueden esperar. Y sondea a amigos y familiares que hayan sido padres recientemente. ¡Te sorprenderá la de cosas que puedes ahorrarte comprar! Cuando tengas claro qué necesitas y qué puedes ahorrarte, valora hacer una lista de nacimiento. O no, si no van contigo. Es un recurso práctico, tanto para ti como para amigos y familiares. Sí, tus padres y tus suegros no la necesitarán, ¿pero qué hay de la tía que ves por Navidad y poco más? Abrir una lista no obliga a nadie, pero ayuda a los indecisos.
Y un consejo: sé práctico. Muy práctico. Sí, la ropita de bebés puede ser una auténtica monería. Pero no acumules. Es mejor comprarles ropa cada dos semanas si es necesario, que acumularla en la cómoda. Porque cuando te des cuenta, ¡habrá piezas que ni las habrá podido estrenar! ¿Que un amigo no sabe qué regalarte? Un pack de cremas, jabones y demás productos de higiene, por ejemplo. Sí, sí, no es un regalo muy glamuroso, pero a ti y a tu peque os irá de maravilla. Créenos. Lo agradecerás.