No hace falta echar abajo todo el baño y empezar de cero para renovarlo, sino que son muchas las reformas (parciales) que puedes llevar a cabo para 'estrenar', sea cual sea tu presupuesto.
Objetivo: revestimientos
Están por todas partes (al menos, a todo tu alrededor) y pueden resultar muy invasivos en caso de tener un color o un diseño muy marcados. Renovar los azulejos de las paredes puede ser una de las partidas más costosas al reformar el baño... o no: tienes varias opciones low cost.
Puedes colocar papel pintado (solo en las zonas alejadas del agua) pintarlos con una pintura especial para azulejos, disponible en una gran variedad de colores. Esta se aplica directamente sobre las baldosas tras haberlas limpiado a fondo, sin necesidad de imprimación, es impermeable, resistente y muy económica: un litro de pintura vale unos 35€ y te servirá para pintar unos 12 m2 de superficie.
¿Más barato aún? Si la cerámica está en buenas condiciones y tiene un acabado neutro, prueba a pintar solo las juntas en un color llamativo que las actualice (y les de una imagen limpia).
Y el suelo ¿qué?
Hay muchos materiales para cambiarlo sin obras. Uno de los más populares hoy día son los pavimentos vinílicos de nueva generación: impermeables, resistentes, de tacto agradable incluso descalzos y fáciles de limpiar. Los tienes en rollo, en losetas autoadhesivas y, los más novedosos, en lamas de sencilla colocación mediante un sistema de clic. Imitan de forma muy realista todo tipo de materiales, especialmente piedras y maderas y su grosor mínimo (apenas Xmm) permite ponerlos sobre cualquier suelo existente y cortarlo y adaptarlo a cualquier forma con un simple cúter. Su precio: desde 35€/m2.
Los laminados son otra forma económica y práctica de disfrutar de la belleza y la calidez de la madera en el baño por un precio similar aunque, en este caso, asegúrate de que sean de tablero hidrófugo y con juntas impermeables.
Ducha por bañera
Si el momento de tomar un relajante baño con velas no acaba de llegar nunca y desde que los niños son mayores la usas poco más que para poner a escurrir los paraguas, es el momento de convertir esa bañera que se come medio cuarto de aseo por una ducha. Eso sí, cómoda y verdaderamente relajante.
Puedes transformar tu baño en pocas hora y con un presupuesto de entre 1.000 y 1.500€. ¿Cómo? Con un plato de ducha a la medida –los de resinas se pueden cortar y adaptar fácilmente– y un revestimiento para las paredes que combine con el del resto del baño –aunque no tiene por qué ser necesariamente igual–. Una opción muy práctica son los paneles acrílicos en el mismo acabado del plato de ducha, aunque hay otros: vinilos impermeables que se aplican sobre las baldosas y ocultan las juntas, microcemento, mallas de gresite, etc.
Disfruta tu momento
Todos queremos un baño bonito y decorativo pero ¿por qué no también cómodo y que invite a disfrutarlo? Algo tan simple como reemplazar tu ducha convencional por una con un rociador que ofrezca distintos tipos de chorro -lluvia tropical, tipo cascada, vigorizante, etc.– puede cambiar nuestra forma de encarar el día. Y ya que te pones, ¿por qué no renuevas la grifería por una termostática, que te garantice la temperatura de tu elección de forma constante y sin sobresaltos ni quemaduras? Tienes columnas con prácticas repisas y funciones personalizables a partir de 500€.
Mampara panorámica
Por muy vintage –en el mejor de los casos– que resulten, las cortinas de ducha no son lo que se dice cómodas, demasiado estancas ni la solución más estética en el baño. En un solo día puedes sustituirla por una funcional mampara que, además de evitar que tu baño se convierta en una piscina cada vez que te duche, lo amplíe a la vista. Para ello, elige un modelo de vidrio de seguridad totalmente transparente: los hay incluso sin perfiles, para que resulten prácticamente invisibles . El precio medio de una mampara se sitúa entre unos 400 y unos 700 euros, en función del tamaño, sistema de apertura y acabados.
¿Quieres hacer un pleno? Asegúrate de que resulta cómoda para entrar y salir de la ducha, que protege el baño de salpicaduras y, elige un modelo con tratamiento antical y autolimpieza.
Muebles exclusivos
Las nuevas propuestas son modulares y disponibles en todo tipo de tamaños, diseños, colores, acabados y precios, lo que permite hacer composiciones a medida y totalmente personalizadas a partir de elementos estándar (con el consiguiente ahorro que ello conlleva).
Renueva la zona de cortesía con un mueble de calidad que aguante las exigentes condiciones de humedad y temperatura del baño, con una distribución interior que se ajuste a lo que guardarás y, a ser posible, cajones y bandejas de extracción total. Si lo eliges de colocación suspendida, se verá más ligero y dará más sensación de espacio en baños pequeños.
Renueva los sanitarios
Sus medidas bastante estandarizadas permiten sustituirlos con una obra mínima y los modelos de líneas rectas y depuradas pueden modernizar el baño considerablemente, sobre todo si se combinan con lavamanos de sobremesa o moldeados en la propia encimera.
Puedes encontrar modelos de gamas medias por unos 150€ cada elemento. Los de colocación volada son más decorativos, ligeros y facilitan la limpieza, aunque son algo más caros que los anteriores y al precio hay que añadir una instalación también más costosa, sobre todo en el caso del inodoro -con cisterna oculta-.
Sin obstáculos
¿Te faltan metros en el baño? No podemos darte más, pero sí eliminar elementos superfluos que crean recovecos desaprovechados y de difícil limpieza, como las cisternas vistas.
Una empotrada tiene un grosor mínimo y queda oculta tras los revestimientos, lo que da lugar a superficies diáfanas que dan sensación de amplitud. Y, si quieres sacarle más partido, siempre se pueden ocultar en un murete rematado con una repisa que ofrezca una superficie auxiliar para los artículos de higiene personal. Eso sí, calcula que un inodoro con cisterna empotrada y colocación suspendida cuesta más o menos el doble que uno a suelo convencional: en torno a unos 400 €.
Mucho más que accesorios
En baños muy pequeños, sustituye los elementos convencionales por otros de doble función, como los armarios con espejo –y complementos tan útiles como los enchufes o los cargadores para el móvil–, los sistemas de raíles con repisas, ganchos, contenedores, dispensadores, etc. Y, si además quieres darle más confort al baño, no te olvides de nuestro favorito: los secatoallas o radiadores toallero, que caldearán la estancia, mantendrán las toallas secas y ordenadas y, además, decorarán.
Los modelos eléctricos no necesitan obras –basta con un enchufe– y los tienes desde unos 100€.
Haz que brille con luz propia
Los acabados y equipamientos de tu baño son neutros y están en buen estado pero no puedes evitar pensar que es un espacio soso y sin vida...
Presta atención a la iluminación, tanto la general y la puntual como la de realce, para destacar distintos elementos que aporten dinamismo a la estancia. Las tiras de leds para colocar en los zócalos, las cornisas y bajo los muebles son tus grandes aliadas, así como los espejos con iluminación perimetral de ambiente, que son tendencia.
Y, por supuesto, no olvides los pequeños detalles: toallas en colores de moda, detalles en oro, cobre y oro rosa, elementos decorativos y aromáticos, alguna planta para aportar frescor...