No es lo mismo comer solo que disfrutar de una reunión familiar, un brunch con los amigos, hacer un aperitivo, invitar a un montón de niños a una merienda infantil, celebrar una cena con tus amigos con cualquier excusa o incluso desayunar (casi de madrugada) con tu hermana pequeña que ha decidido "dejarse caer" por tu casa.
¿Cómo decorar la mesa del comedor? ¿Dónde celebrar el brunch? ¿y el aperitivo? Solo necesitas un poco de inspiración y unas cuantas ideas originales para estar listo para recibir a cualquier hora del día. Lo tienes al alcance de tu mano.
Elige un mantel adecuado para la ocasión. Si decides organizar un brunch o un aperitivo en el porche, la terraza o el jardín, juega con colores vivos y motivos florales. Para una comida familiar, viste la mesa con un mantel largo y combínala con un caminito. Si tus invitados son los más pequeños de la casa (y casi siempre los más agradecidos), no te olvides de un mantel anti-manchas o incluso de papel con motivos infantiles y colores.
Vajilla y cristalería
Junto con la mantelería, la vajilla y la cristalería te ayudarán a conseguir el toque perfecto para tu mesa. Saca tu mejor vajilla en una comida familiar o atrévete a mezclarla a la hora del brunch. Los platos de plástico anti-accidentes a prueba de niños serán tus aliados en la merienda infantil. Para la cena con amigos, puedes contar con cubiertos simples y una vajilla bonita y coordinada, que lo que verdaderamente importa es la compañía.
Los detalles marcan la diferencia
No hace falta tener más de dos vajillas, un arsenal de copas o un armario para todos los manteles para que tu mesa luzca de mil maneras distintas. Solo tener un poco de imaginación y llenar la mesa de detalles según la ocasión. Desde centros de mesa, banderines de fiesta, velas que aportan un ambiente más acogedor e íntimo, flores que alegran la mesa (y la vida), etiquetas personalizadas para los invitados, tarjetas con el menú que has cocinado... Todo vale para recibir a cualquier hora y disfrutar de la compañía.