“¿Una librería? Buf, ya me gustaría, pero no tengo sitio”. Es posible que hayas pensado lo mismo alguna vez y seguramente no estés exenta de razón. A priori. Porque lo cierto es que si cuentas con un hueco de unos 30 cm de profundidad y al menos 1 metro de ancho… ¡ya tienes una librería! En el salón, el dormitorio, el despacho o incluso en un pasillo. Para que te inspires hemos hecho una selección d seis librerías a medida con muy buenas ideas.
En el pasillo, muy actual con baldas extragruesas
Las zonas de paso pueden ser un gran desahogo para el resto de estancias, ya que en ellas podemos habilitar soluciones para guardar. Como la librería que abre este artículo, que reúne en un pasillo (un frente de unos 200 cm de ancho x 260 de alto) todo el almacenaje del salón. Ni más ni menos. Es un diseño de la decoradora Pia Capdevila realizado a medida, lacado en blanco y tiene la particularidad de que su trasera es de la misma madera que el parquet del salón. Un detalle original que imprime carácter a esta pieza y establece un vínculo decorativo con el estar y el comedor.
En gris y con huecos simétricos para el comedor
¿Y por qué no darle color a la librería? En este comedor, la librería se convierte en un elemento destacado al pintarse de un elegante gris que contrasta con el beige de las paredes y la madera de roble macizo de la mesa, creando un conjunto cálido y un punto sofisticado a la vez. Por su contenido variado, una librería puede resultar visualmente "caótica" a veces. Contrastarás este efecto si, como aquí, la planificas simétrica. Y es que la simetría es un muy buen aliado del orden.
Una minibiblioteca rinconera en el estar
Las esquinas y espacios irregulares no son un problema para las librerías a medida. Esta es un diseño de Henk Teunissen, propietario de Rivièra Maison, y en apenas 25 cm de fondo alberga su colección de libros. Sus baldas tienen unos decorativos refuerzos, mientras que su trasera se ha revestido con lamas de madera dispuestas en vertical. Si tienes muchos libros planifica la librería siempre hasta el techo y plánteate la posibilidad de rodear elementos estructurales como puertas o ventanas. ¡Cada centímetro cuenta!
Flanqueando la chimenea del salón
Planificar dos librerías gemelas es una manera clásica y muy decorativa de sacar partido al espacio a los lados de la chimenea. Si quieres una librería con baldas de más de 1 m de ancho –estas miden 150 cm–, lo mejor es que optes por una estructura de Pladur, más resistente, como ha hecho aquí la decoradora Cristina Mateus. Para que sea práctica coloca en las baldas más accesibles los libros que consultes a menudo y en las más altas los volúmenes de uso esporádico y algún objeto decorativo.
Exenta y con molduras, en un rincón de lectura
Quién tiene un librería tiene un tesoro. Y no es para menos: por muy grande que sea (esta mide unos 160 x 230 cm), solo te restará unos 30 cm de fondo. Poco, si tienes en cuenta todo el almacenaje que suma. Puedes planificar la zona inferior con armarios y ganarás espacio extra para desahogar desde el salón hasta el comedor o el dormitorio. En este caso, se ha optado por una libería exenta que se adapta muy bien a la zona de lectura creada en un rincón. Es un diseño de la interiorista Paz González de Aguilar que, con molduras decorativas, recuerda los diseños clásicos.
En el dormitorio, a modo de cabecero de obra
Si eres de los que lee a menudo en la cama, esta solución de obra para el cabecero es perfecta para ti. Tiene una parte lisa de unos 110 cm de alto, perfecta para apoyarte, que además integra dos hornacinas que sirven de mesillas. Y en la parte superior y casi hasta el techo es una práctica librería de obra que mantiene al alcance de la mano los libros de lectura, así como objetos decorativos. Pintada de blanco resulta más ligera y se integra mejor en la decoración del dormitorio. La distancia entre baldas, de unos 40 cm, es perfecta para los libros de lectura, que suelen medir unos 25 cm.