Imagina una mesa de Navidad con la mejor mantelería, una vajilla de fiesta y un delicioso pavo relleno en el centro. Ahora imagina la misma mesa, sin el pavo, pero añádele un pequeño regalo en el plato con tu nombre, un centro de mesa hecho con olivo y velas blancas, pequeños farolillos aquí y allí, y un reno de galleta colgando de cada silla. ¿En cuál te apetece sentarte?
Si escoges la segunda opción, eres de los nuestros. Y para premiar tu buena elección nos hemos propuesto que, con estas ideas, consigas hacer realidad este escenario ideal en casa. Ya nos contarás...
Verde que te quiero verde
La mesa más insípida del mundo puede ganar vida y aire navideño con arreglos de hoja verde.
¿Ideas? Un centro hecho con una vela rodeada de musgo y frutos rojos; una corona verde colgando de cada silla; una guirnalda de ramas –de olivo, de eucalipto, de abeto...– cruzando el centro de la mesa, etc.
Personaliza y sorprenderás
Olvídate de la típica tarjeta con el nombre de la BBC (ya sabes, bodas, bautizos y comuniones). Tú le dirás a cada invitado dónde se sienta pero de forma mucho más original. Con un regalo para cada uno (puede ser un sencillo adorno para el árbol) esperándoles en el plato; con un servilletero con su inicial en madera, pintada sobre papel estampado, etc.
Combina distintas mantelerías, vajillas y cristalerías, y tu mesa ganará vida
Salpica, salpica
Hazlo con pequeños detalles. Cuentas de cristal, bolas, pequeñas ramas verdes, estrellas... Déjalas caer como una lluvia sobre el mantel y el tejido menos navideño ganará magia.
Y hablando de tejidos... viste la mesa no con uno sino con varios manteles. Uno más largo le dará elegancia y otros más cortos superpuestos encima –caminos, individuales o mantel normal– la vestirá de forma especial para la ocasión.
Sin manías
¿Eres de las que tiene una vajilla y una cristalería que solo sale en fiestas? ¿Estás cansada de ella? Combínala con piezas de color. No tienes por qué ponerlo todo "a juego". Una mesa que mezcla, que combina texturas y se salpica de detalles, es una mesa abierta, que invita a sentirse cómodo y desinhibido. Ciao protocolo. Hola alegría.
Imaginar es gratis
¿Fan del origami? ¿con un retal haces maravillas? Pues lánzate a crear. ¿Por ejemplo? Unas viejas partituras o una novela que ibas a olvidar al fondo de la librería pueden servirte para crear adornos que decoren la mesa, las sillas, los platos... Y si te animas y haces más de los que necesitas, los puedes colgar en el árbol y harás que mesa y abeto parezcan hechos a juego.
Inspiración e ideas no te faltan. Coge carrerilla con estas, sigue creando y prepárate para los aplausos.