Si cuando queremos desconectar de todo buscamos un destino de fin de semana para una escapada rápida, para el próximo –o el que tú quieras– te proponemos lo contrario: haz una reserva en tu propia casa para volver a conectar con ella. Esos dos días bien planificados pueden hacer que el siguiente fin de semana quieras pasarlo en ella sí o sí.
Pinta el salón
La pintura será tu gran aliada para un cambio de look total en tu salón y, con una buena planificación, dos días te sobran para transformarlo por completo. Eso sí, antes habrás tenido que hacer un buen análisis del espacio (luz natural que recibe, amplitud, tipo de muebles, estilo buscado...) para decidir qué color o colores son los que mejor le van.
Antes de pintar, intenta probarlos in situ para decidir si se ajustan. Tras comprar la pintura y las herramientas necesarias, es el momento de preparar la habitación para ponerse a trabajar.
Cómo pintar como un profesional
- Agrupa el mobiliario en el centro de la habitación y protégelo con plástico o sábanas viejas; el suelo, mejor con cartón para no resbalar.
- Revisa las paredes en busca de desconchados o agujeros y repáralos con masilla.
- Protege con cinta de papel los marcos de puertas y ventanas, los rodapiés y cualquier otro elemento de la pared.
- Pinta primero el techo y después las paredes, siempre de arriba hacia abajo para evitar goteos. Suelen ser necesarias al menos dos capas y hay que dejar secar siempre la primera antes de aplicar la segunda (unas 8 horas entre capa y capa).
Renueva las puertas
Cambiar las puertas requiere una inversión relativamente importante por lo que si las tuyas son de calidad y están en buen estado puedes darles un nuevo acabado. Pintarlas en el mismo tono de las paredes las integrará y potenciará la sensación de amplitud de la casa. Puedes hacer el color a medida para que sea exactamente el mismo que el de la pintura plástica pero en esmalte, más resistente.
Por el contrario, puedes optar por destacarlas y convertirlas en protagonistas con un color contrastado. El gris está de moda, al igual que los tonos pastel o la pintura con efecto chalk paint,.
Paso 1. Saca las puertas y desmonta los herrajes para pintar sin obstáculos. Antes de pintar, aplica una imprimación para fijar mejor la pintura, deja secar y lija con una lija de grano fino para conseguir un acabado más fino.
Paso 2. Aplica las capas de pintura (lo mejor son dos), lo más finas posibles y siempre lijando entre mano y mano.
Paso 3. Remata el trabajo con pomos y manijas nuevos para dar un aire totalmente nuevo a la puerta.
Cambia el suelo del salón
¿En un fin de semana? Sin problema: el secreto es elegir un suelo flotante de instalación tipo click, que puede colocarse prácticamente sobre cualquier soporte, sin necesidad de eliminar materiales anteriores y, por tanto, sin generar escombros.
Los hay de todo tipo de materiales, incluido el parquet de madera natural aunque, si estás pensando en colocarlo tú mismo, lo mejor es optar por un laminado sintético, más delgado y fácil de manipular, además de mucho más asequible –lo que reducirá la presión por 'si no me sale bien'–; o incluso un suelo vinílico de última generación. En ambos casos hay una gran variedad de diseños entre los que elegir, con una estética muy realista y texturas agradables.
La mayoría de los fabricantes y muchos distribuidores ofrecen información detallada sobre el montaje en sus webs, incluso con prácticos vídeos que aclaran mucho las ideas.
Coloca moqueta en el dormitorio
Tiene mala fama debido, en gran parte, a prejuicios que la asocian con polvo, ácaros y suciedad pero lo cierto es que el tacto que ofrece a la pisada y su capacidad para arropar un ambiente hacen de la moqueta una opción muy confortable para espacios como los dormitorios, en los que, además, potencia el descanso gracias a su capacidad para amortiguar ruidos o incluso regular la humedad ambiental, en el caso de las composiciones de lana. Y en cuanto a la limpieza: un aspirado regular es más que suficiente.
De lana, acrílicas o de fibras vegetales, hay moquetas de todo tipo de materiales y su colocación no podría ser más simple. Generalmente presentada en rollo, la moqueta puede colocarse tanto pegada al suelo como tensada. La primera forma es la más sencilla, aunque requiere una base bien lisa y hay que tener en cuenta que, en caso de retirarla, quedarán restos de adhesivo. La colocación tensada se realiza instalando unos listones en todo el perímetro de la estancia, en los que se sujeta la moqueta. También hay moquetas modulares, presentadas en losetas de colocación individual, que ofrecen la ventaja añadida de poder sustituir una pieza concreta que se haya manchado o estropeado.
Un despacho a tu medida
Se acabó llevarse trabajo a casa y acabar haciéndolo con el ordenador en el sofá o en la mesa de la cocina. De este fin de semana no pasa: diseña tu propio despacho en casa. Se llevan los espacios tipo loft así que, si te va esa estética, no te cortes y reserva un espacio en el salón o el dormitorio para integrar un escritorio, una silla ergonómica, una buena lámpara orientable y algún elemento para almacenaje, como una cajonera o unos estantes.
Si prefieres no mezclar el ámbito privado con el profesional, siempre puedes echar mano del ingenio para disimular la oficina en casa. Una de las formas más sencillas es instalar unas guías de cortina a una distancia de entre 60 cm y 1 m de la pared, –según las dimensiones de los muebles–. De este modo, durante el 'horario laboral' toda la estancia es tu despacho, que desaparecerá sin dejar rastro tras las caídas cuando así lo decidas.
Cambia la bañera por un plato de ducha
En baños pequeños, sustituir la bañera por un plato de ducha no solo aporta una mayor sensación de espacio, sino que también los hace más cómodo, sobre todo si tenemos en cuenta que la ducha ha desbancado al baño totalmente en el día a día. La buena noticia es que no es necesario llevar a cabo una reforma integral de todo el baño, sino que se puede acometer de forma independiente en apenas dos días.
Materiales versátiles como los nuevos composites (compuestos por resinas con cargas minerales) o el microcemento permiten integrar platos de ducha realizados prácticamente a medida para adaptarse al hueco dejado por la bañera. E incluso hay materiales como algunos revestimientos vinílicos impermeables, especialmente concebidos para integrar la nueva zona en el conjunto del baño de forma armoniosa, que permiten revestir suelos y paredes en un tiempo récord y con precios muy asequibles.
Organiza el trastero
A veces ese cuarto a priori tan práctico acaba por convertirse en un auténtico dolor de cabeza imposible de organizar. Tanto si tienes una habitación especialmente destinada a ello como si forma parte de algún otro espacio de la casa y el caos se ha apoderado de ella... ponte ropa cómoda, porque vamos a solucionarlo de una vez por todas.
Primero analiza cuáles son tus necesidades de almacenaje reales. Puede que guardes mucha ropa de otras temporadas y lo más práctico sean unos módulos de armario; si se trata de objetos pequeños, las cajas herméticas son la mejor opción para preservarlos del polvo y la humedad; si son elementos voluminosos, como bicicletas o esquíes, estudia la posibilidad de colocar sujeciones en la pared o el techo, que liberen superficie útil...
Haz un plano de la planta del trastero y prueba diferentes combinaciones hasta que encaje todo. Procura dejar espacio libre deshaciéndote de los trastos que no usas y ten en cuenta que las necesidades de almacenaje cambian con el tiempo, por lo que los sistemas modulares, en los que se pueden colocar diferentes tipos de elementos y cambiarlos de sitio según el caso son una buena inversión.
Un cuarto de plancha
Si no eres de esa (clara) minoría que asegura que planchar 'le relaja' estarás de acuerdo en que gran parte de la pereza que provoca esta tarea doméstica se debe a que no tiene un lugar fijo. Tener que ir a buscar la tabla a un sitio, la plancha a otro, plantarse en medio del salón e ir poniendo la ropa en sillas.... Lo raro es que le guste a alguien. Así que diseña un espacio fijo y equípalo con todo lo necesario. Si tienes una habitación que no uses sería ideal pero, si no es así, también hay otras opciones igualmente prácticas, como un armario con puertas plegables que abra la zona de lavado y planchado cuando sea necesario.
Además del equipamiento básico, no olvides incluir estanterías para poner los cestos y la ropa plegada, además de una zona con perchas para la que vaya colgada. Hay módulos de planchado que incluyen todo lo necesario en una sola pieza compacta y generalmente móvil, que puedes dejar en un rincón de un cuarto multifunción. E incluso mesas de planchado escamoteables que pueden guardarse en el interior de armarios o en los módulos de la cocina.
Ahora que ya te hemos dado ocho ideas "hazlo tú mismo" para renovar tu casa en solo un fin de semana. Es mucho más fácil de lo que parece, te ahorrarás mucho dinero y el mismo domingo... ¡estarás estrenando casa!