Con nuestro ritmo de vida solo nos fijamos en la decoració de nuestra casa en los escasos momentos, cuando nos permitimos sentarnos y no hacer nada. Es entonces cuando pensamos: "Tendría que animar esas paredes" o "¡Qué poco me gusta este suelo!” y “Las cortinas están de lo más pasadas. Si tuviera un poco más de tiempo”. Aunque no lo creas, puedes cambiar todo eso que no te gusta –y muchas otras cosas que aún no se te han ocurrido– en mucho menos de lo que crees. Concretamente, en una hora. ¿Te animas? No hay mejor forma de estrenar año que estrenando también casa. Porque estos rapidísimos y económicos cambios, por pequeños que parezcan, son tremendamente efectivos. ¡Te sorprenderán!