No, no son las imprescindibles para que un salón comedor sea funcional. No nos referimos ni al sofá, ni a la mesa de comedor. Vamos un paso más allá. Las piezas must-have de las que hablamos son las que suman estilo y personalidad. Como los complementos son a un outfit básico. Vamos, las que harán que tu casa sea diferente, así que hazles un buen hueco y presume de salón comedor.
Un mueble con cajones para lo más pequeño
¿Sabías que los objetos pequeños son los que más desordenan? Por eso, un mueble con cajones, por pequeño que sea, es un desahogo para toda la casa. Personalízalo sacando partido a los números o las etiquetas de sus cajones: te ayudarán a saber qué guardas en cada uno.
Una chaise longue: el asiento que enamora
En un rincón del salón o a pie de cama en el dormitorio, si tienes un espacio libre de 155 x 70 cm ya puedes tener una chaise longue. Es la pieza perfecta para leer o tumbarse a relajarse.
Colócala junto al ventanal, tendrás luz natural y no forzarás la vista cuando leas. Antes de elegirla fíjate en que el respaldo sea cómodo y el tapizado con una tela resistente y neutra, así encajará en cualquier estilo.
Una gran mesa para el comedor
Si sois muchos en casa o si organizas cenas a menudo necesitas una buena mesa de comedor. Elige su forma y tamaño en función de la planta del comedor: si es alargada, mejor una mesa rectangular; si es cuadrada, una redonda. Las mesas redondas al tener solo una pata central son más cómodas para sentarse.
¿Tienes un piso mini? Elige entonces un modelo extensible o con alas. Para terminar, recuerda iluminar la mesa con una lámpara proporcional a su tamaño y que reproduzca su misma forma. Colócala a 70 cm de distancia de la mesa.
El aparador marca el carácter del comedor
Elígelo siempre en proporción al tamaño de la mesa y arrímalo a la pared. Así también podrás aprovechar su superficie para apoyar un espejo. Otra buena ubicación del aparador es detrás del sofá.
Si lo colocas junto a la mesa del comedor, asegúrate de que entre él y las sillas tienes unos 90 cm. Los necesitarás para abrir los cajones y desplazar las sillas.
Guarda tus tesoros en un secreter
El tablero del secreter es su elemento más característico. Es el que le permite pasar de tener apariencia de cómoda, cuando está cerrado, a ser un pequeño escritorio con tan solo abrirlo. Dentro, sus pequeños cajones son perfectos para guardar cartas y papeles importantes. Y, de hecho, debe su nombre a que en origen se usaba para guardar "secretos" bajo llave.
Úsalo para organizar facturas y documentos y mantenlo "cerrado" cuando no lo utilices y se verá más ordenado. Además de decorativo y práctico, es un mueble que ocupa poco, unos 80x100x40cm, con lo que puedes encontrar fácilmente un rincón del salón o del dormitorio para colocarlo.
Un escritorio puede ser lo que tú quieras
Con un escritorio puedes crear una minizona de trabajo, un espacio para disfrutar de tus aficiones o equipar el recibidor. Pero lo mejor es que siempre será un rincón personal y decorativo. Un modelo antiguo revalorizará la decoración de cualquier estancia de la casa con su madera, sus patas torneadas o sus detalles.
Una vitrina para exponer y guardar en el salón
Los frentes acristalados de vitrinas y alacenas permiten tener a mano tus piezas y exponerlas sin que se ensucien de polvo. ¿Qué puedes guardar en una vitrina? Libros, vajilla, colecciones de objetos decorativos... En función de lo que guardes, ubica la vitrina cerca de donde la necesites, sea el salón o el comedor. Y si necesitas guardar objetos sin tenerlos a la vista, elige una vitrina con armarios inferiores. Ganarás orden.
En función de lo que guardes coloca la vitrina cerca del salón o del comedor
Y si lo que quieres es una vitrina original, fíjate en sus detalles. Los cristales, si son antiguos, tendrán algunas imperfecciones. También es importante que revises que bisagras y tiradores están en buen estado.