Si tienes la suerte de disfrutar de una casa con un porche donde puedas crear un espacio para cocinar y comer en el exterior, es importante que tengas en cuenta qué pavimento pondrás para que aguante no solo el desgaste sino el clima. Como en cocinas de interior, en ningún caso es recomendable escoger un suelo excesivamente pulido. Siempre es bueno que tenga un cierto grado de rugosidad y la propiedad de ser antideslizante. Los exteriores en general y las cocinas en particular, son espacios donde suele hacerse uso del agua y no es extraño que se derrame algún líquido. En exteriores, además, lo habitual es que haya humedad y que se condense en el suelo. Estos aspectos hacen interesante el uso de pavimentos levemente antideslizantes en estos espacios. En este caso todos los grupos de materiales tienen una versión antideslizante, o lo son por naturaleza, como es el caso de la piedra.
Pero no todos aguantan la intemperie igual de bien. Es importante comentar al respecto que los vinilos y linóleos no son adecuados para exteriores. Mejor utilizar el hormigón pulido si queremos pavimento continuo.
Las maderas naturales precisan mucho cuidado pero pueden utilizarse. De todos modos, existe un producto en el mercado relativamente nuevo que resuelve todos los problemas si queremos madera en un exterior, y se trata de la madera tecnológica (Visendum o Tuka son dos ejemplos), que ofrece un alto confort independientemente de si hace mucho calor o mucho frío y además se comporta perfectamente en exteriores.