Para muchos se acabaron los días de sol y playa. Y como quien no quiere la cosa, giramos la vista hacia las montañas. Con las lluvias los bosques se llenan de aromas embriagadores de musgos, setas y aromáticas. Los que no lucen su mejor verdor, empiezan a vestir mil gamas de ocres y rojos.¡Todo un espectáculo! Todo nos invita a pasearlos y no deberíamos resistirnos.
En busca de la calma
La naturaleza, como por arte de magia, nos regresa a la calma; lo hemos sentido mil veces. No solo nos relaja y nos inspira, también nos hace sentir mejor. Y esto que antes intuíamos, ahora lo sabemos a ciencia cierta: el contacto con la naturaleza nos hace más sanos y fuertes. Sabemos que los árboles desprenden fitoncidas y estas sustancias volátiles que ellos usan para defenderse de bacterias, hongos e insectos, activan nuestras defensas y benefician el sistema respiratorio si entran através de los pulmones y la piel.
La cultura japonesa está llenando de salud, felicidad y paz nuestras vidas y también nuestras casas en los último años. El Shinrin-yoku, los baños de bosque, es una de las últimas fuentes de inspiración que ha hecho el camino de oriente a occidente, porque fueron ellos los primeros en convertir los baños de bosque en una verdadera terapia.
Como siempre, las tendencias decorativas van a la par de las corrientes sociales, y ya hace mucho que nuestras casas se llenan de naturaleza. Un paseo por el bosque se puede convertir también en un acto de inspiración para nuestra casa. Podemos traernos sus colores y sus olores, y también intentar reproducir las sensaciones y emociones que sentimos.
Francesc Miralles, coautor de Shinrin-yoku. El arte japonés de los baños de bosque nos cuenta cómo hacerlo posible: “Los chinos dicen que quien tenga una ramita verde en el corazón verá posarse en ella un pájaro cantor, y eso mismo sucede dentro de nuestra casa. Si nos rodeamos de plantas, cuadros y fotografías que evoquen el mundo natural conectaremos con nuestro verdadero hogar como seres humanos."
No es necesario llevarse muchos recuerdos de nuestros paseos, el bosque tampoco está para que lo vaciamos de flores. Mejor llenémonos de sensaciones e inspiraciones. Podemos poner nuestro móviles en modo avión para desconectar totalmente y dedicarnos a captar la belleza, en el bosque está por todas partes, con su cámara. Una flor asegura al más novato una bonita foto.
O podemos grabar el sonido de un río o de los pájaros. Así siempre podremos volver a disfrutarlos en casa. Y por si necesitas más motivos para disfrutar de un paseo por el bosque, aquí tienes unas cuantas ideas para traer la naturaleza a casa.