Una buena forma de transformar tu casa, es pintar las paredes. Esto le da un cambio radical y resulta mucho más fácil que ponerte a cambiar todos los muebles. Pero resulta un trabajo de lo más engorroso y más si eres tú el que se pone manos a la obra. Llegados a este punto, debemos decidir si elegimos un tono neutro del cual no nos cansemos en mucho tiempo, o nos tiramos a la piscina de las tendencias y pintamos las paredes de colores más fuertes.
Las paredes oscuras han dejado de ser un mito, algo válido únicamente para las grandes casas de ensueño y empiezan a colarse en nuestros pisos. Sin embargo, no es una decisión fácil, y a menudo nos perdemos en el cómo, dónde, qué paredes, cuál color… te damos algunas ideas para que disfrutes de una de las tendencias de este año: paredes oscuras.
En pequeñas dosis
Si te aterra la idea de pintar todo el salón, puedes empezar con espacios más pequeños tales como el pasillo o el recibidor. Prueba a ver qué sensación tienes cada vez que entras en casa y si te gusta lo que ves, ¡adelante! Sigue por algo más grande.
Ojo con la luz natural
Siempre que vayas a pintar una habitación, pon atención en cómo se ven los colores cuando entra la luz del sol. La tonalidad puede variar mucho y para que no te lleves decepciones, pinta una pequeña zona y mira a ver si es lo que estás buscando.
Elige bien el color
Dependiendo de la zona que vayas a pintar, así será el efecto que quieres conseguir. De esta forma, si es tu dormitorio con el que vas a dar el gran cambio, te aconsejamos que elijas colores cálidos para darle un ambiente acogedor: la gama de rojos, rosas, naranjas y amarillos.