¿Quieres que tu casa se vea el doble de luminosa? Potencia la luz con muebles bajos, colores claros, acabados brillantes y mucho cristal.
1. Que circule sin obstáculos
Elige “muebles de madera clara y bajos. Colócalos junto a la pared para dejar libre la zona de paso y no obstaculizar las entradas de luz. Y escoge piezas de poca altura si vas a ubicarlas en el centro de la estancia: las cómodas, mejor de 80 cm y el respaldo del sofá que no supere los 65 cm”, nos dicen en Usame. Así la luz circulará por el espacio.
2. Utiliza telas de color claro
“Una tela puede cambiar tu casa”, afirma Pía Capdevila. ¿Pero cómo debemos elegirlas para que así sea?
• Mira la trama: Los tejidos con trama abierta, como linos o algodones, permiten que la luz traspase con facilidad. Utilízalos en visillos y estores.
• En cojines y alfombras: Color crudo o blanco y con un ribete metalizado –dorado, por ejemplo–. Son capaces de multiplicar la luz.
• El sofá: Si es oscuro y no quieres cubrirlo totalmente, recurre a mantas o plaids de tamaños distintos e incluso estampados con base clara y una gama cromática fresca: turquesa, verde agua o malva. Los contrastes –blanco y marrón– también funcionan.
3. Escoge lámparas que distribuyan bien la luz
• Con telas: Combina una base de tul en el exterior con tejidos como lino, chintz o fibra natural en el interior para que funcionen como difusores de la luz, dicen en Dresslight.
• De cristal: El cristal –transparente o matizado a la arena– permite aprovechar el 90-100% de la luz de la bombilla.
• Con trama: Las pantallas de trama (fibra vegetal, lamas de madera...) dejan que la luz se cuele formando cálidos reflejos. Las de papel también difuminan bien la luz.
• Leds: Úsalos para añadir puntos de luz complementarios (en pasillos, armarios...) sin apenas coste energético.
• Con luz propia: Las pantallas en color crudo o neutro, como gris o visón, serán un punto de luz, incluso con la lámpara apagada.
4. Usa el cristal para separar sin oscurecer
• Paredes: Imagina cuánta luz ganaría la entrada de tu casa si, en lugar de una pared, tuvieras un tabique de cristal. ¿Otras soluciones luminosas? Tabiques de obra con cristal en la parte superior, “ventanas” en la parte alta de las paredes (con solo 30 cm de cristal harás que la luz pase de una estancia a otra) o barandillas de cristal.
• Puertas: Reemplaza las ciegas por puertas con cuarterones de cristal. Si además de luz quieres ganar espacio, puedes instalar correderas de cristal para cerrar la cocina y el baño. Para no perder intimidad, elige cristales con acabado al ácido o coloca vinilos decorativos que “tapen” pero dejen pasar la claridad.
• Sustituye: Muros de separación por grandes puertas de doble hoja, de cristal o metacrilato, que dejarán entrar la luz y la propagarán.
5. Apuesta por acabados que reflejen
Las superficies brillantes y satinadas reflejan la luz que incide sobre ellas.
• Jugar con espejos: Colócalos de manera que puedan reflejar y potenciar la luz natural que entra por las ventanas. También ganarás sensación de espacio.
• Armarios brillantes: El acabado lacado en las puertas de un armario empotrado transformará la estancia –explica Sara Folch–. Utiliza esta idea en el dormitorio, la cocina, el baño y el vestidor.
• Esmalte y satinado: La pintura esmaltada ofrece brillo a una estancia. Para que resulte equilibrada, combínala con pintura satinada. Utiliza esmalte en muebles y carpinterías y satinado en las paredes.
• Sobres de cristal: Las superficies de cristal, tanto en mesas como en encimeras de cocina o baño, ayudan a reflejar la luz.
• Jarrones: Puedes utilizar antiguas botellas de cristal como jarrones. El agua y el cristal crean reflejos y proporcionan luz.
6. Juega con blanco y beige
Hacer de la estancia un cubo bicolor en blanco y beige asegura habitaciones diáfanas que respiran desahogo. “Blanco, beige y crudos suman luz –dice Pía Cadevila– pero también puedes combinarlos con otros colores vivos, en la alfombra, por ejemplo”. El suelo es determinante: píntalo de blanco o utiliza un parquet claro. Y no recargues las estancias con demasiados objetos. La sensación de orden juega a favor de la luz.