En una sociedad totalmente industrializada, en la que la mayoría de cosas ya se fabrican en serie, las piezas artesanales o con muchos años a sus espaldas rescatadas del olvido cobran un valor especial. Es cierto que el mobiliario antiguo siempre ha estado ahí, pero quizás con ciertas connotaciones que solo lo hacían apto para estilos clásicos. Ya no. Eso se acabó, porque hace ya algún tiempo que contar con una pieza vintage, ya sea objeto o mueble, en casa es símbolo de clase.
Vintage es un término inglés que hace referencia a muebles que, además de tener al menos 20 años de antigüedad, han sido creados en la época que corresponde con su estilo y su diseño. Aunque esta palabra se ha popularizado tanto que engloba todo aquello que tenga un aspecto antiguo, sin entrar en pormenores de fechas. Es ya un estilo en sí mismo.
Los muebles vintage evocan el pasado y se caracterizan por su diseño original y por la calidad de los materiales con los que están fabricados. En la decoración, los enamorados de este estilo pueden optar por muebles vintage para todo tipos de espacio: salón, despacho, dormitorio e incluso el hall de entrada. De madera y metal, con cajones y de estilo industrial, aspecto envejecido, aire oriental o rústico, el vintage tiene tantos matices que es fácil de adaptar.