La moldura es un elemento ornamental para decorar una superficie o de unión entre dos puntos para crear efectos de claroscuro. También sirven para rematar un volumen, para marcar la separación entre distintos cuerpos y para unir distintos volúmenes geométricos, como las curvas que unen las paredes de un vaso. Así que no, no son solo piezas meramente decorativas, sino que tienen una clara función en decoración y son tan antiguas como Cleopatra.
Aunque se encuentran molduras sencillas en el diseño del Egipto faraónico (la llamada “gola egipcia”), su desarrollo se produjo principalmente en la arquitectura griega. Tras la conquista de Alejandro Magno, las molduras llegaron a la arquitectura hindú y por diversos conductos pasó a la china. ¡Las vueltas que da la deco!
Normalmente hechas con escayola, las molduras siempre se han asociado al estilo clásico, de hecho es muy habitual encontrar molduras preciosas en pisos antiguos de más de 100 años. Y aunque hubo un tiempo en que el minimalismo y el estilo contemporáneo las vetaron, ahora renacen y vuelven a ser tendencia.

Pintura: cambia tu casa con los efectos del color