Decorada en blanco
Aprovecha que tienes invitados en casa para poner en la mesa tus mejores piezas. Unas copas labradas, la cubertería de herencia, una bombonera de cristal, una tartera de estaño... Decoran por sí solas y a la vez son prácticas. Úsalas para servir los dulces o como centro y triunfarás.
Sofisticada, con destellos dorados
Haz que tu mesa brille con luz propia. Sobre un mantel neutro y liso coloca unos caminos de mesa estampados, como estos de damasco dorado. Y combina objetos con toques dorados de distintos acabados –mate o brillante– para que la mesa quede equilibrada. En esta mesa son dorados el bajoplato, los cubiertos y las copas con ribete. Prepara un centro natural y ligero, a base de ramas de abeto y piñas, y llena la mesa de portavelas. La luz de las velas en combinación con el dorado envolverá la mesa con sus reflejos y su calidez.
Una celebración femenina, en rosa
El mantel rosa tiñe con su romanticismo la mesa de Navidad. Sobre él destacan aún más los caminos de mesa en color piedra con puntillas y el centro de mesa, muy natural. La vajilla, de Velafusta, combina platos con motivos en relieve y otros con pequeños estampados. Las copas, también en tono rosa, refuerzan la atmósfera femenina, igual que el centro de mesa, compuesto por unas grandes velas blancas rodeadas de ramas y pequeñas flores. Las velas se han atado con delicadas tiras de gasa y tul.
En el campo, la mesa más natural
Si pasas la Navidad en el campo, lleva la naturaleza a la mesa. Crea un centro muy natural, a base de madera, velas y piñas, y elige las telas y el menaje de tonos que estén presentes en la naturaleza, como tierras, verdes, arenas... Puedes prescindir del mantel hasta los pies y vestir la mesa con grandes caminos de mesa de lino. Elige la vajilla en sus mismos tonos, para que no quede muy pesado, y compensa la presencia de verde y madera con objetos de cristal. Piensa en tus invitados y déjales un detalle en unas campanas de cristal.
Una mesa creativa e informal
Esta mesa de fin de año está pensada para sorprender a los invitados. Sobre el mantel de lino se han improvisado unos caminos de mesa con telas de lino en gris y beige, que se han colocado sin alisar para dar volumen a la mesa. Los bajoplatos de caña ponen un contrapunto rústico y cálido a la vajilla de loza blanca, mientras que los objetos de cristal dan luz a la mesa: las copas con ribete dorado, las copas de cava y unas originales botellas-candelabro. El toque verde lo ponen las ramas de eucalipto que decoran las lámparas.
La vajilla como protagonista
Si tienes una vajilla muy especial, haz que destaque en tu mesa de Navidad. La vajilla inglesa de esta mesa, de porcelana con motivos en tonos rosa, es la auténtica protagonista de la celebración gracias a las telas blancas, los bajoplatos de cristal verdoso y las copas y los grandes candelabros de cristal transparente. Para que el resultado sea equilibrado, elige de los mismos colores de la vajilla tanto las flores que utilices en el centro de mesa como las velas de los candelabros. Enciéndelas y que empiece la fiesta.