Pocos placeres son tan universales como el de acurrucarse en el sofá arropado por una suave y calentita manta mientras ves una peli o te sumerges en tu lectura preferida. ¿Y fuera? ¡Ya pueden caer chuzos de punta! Pero para que esta estampa sea tan idílica como parece, acertar con la manta es básico. Te ayudamos a dar con la tuya.
¿Para dormir o para decorar?
Tenlo en cuenta, porque si vas a usarla para dormir, quizás no será tan importante el diseño (sobre todo si queda oculto entre las sábanas y el edredón) pero sí que abrigue a tu gusto (¿eres una persona friolera o calurosa?) y que su peso te resulte agradable. Sí, sí, peso. Porque hay quién prefiere dormir notando el peso de la manta y otros que esta sensación de sobrepeso extra en la cama les produce cierta sensación de asfixia. Tu manta, tú decides.
En cambio, si buscas una manta para vestir la cama o para el sofá, deberás priorizar la estética y quizás no tanto que pueda abrigar más o menos. Lo importante será que te entre por lo ojos... y que su tacto sea gustoso, sobre todo si va a estar en el sofá.
Tipos de mantas según el material
Hoy en día, las posibilidades son enooormes. Tanto en materiales como sobre todo diseños. De hecho, algunas de las principales marcas de diseño de mobiliario han lanzado su propia línea de ropa de cama. De diseño o no, que la estética no te pierda, porque no olvides la función de la manta: abrigar (y acariciar). De ahí que el material sea un punto básico a la hora de elegirla. Según el material tendrás una manta más o menos mullida, de suave textura aterciopelada, más ligera o por el contrario más pesada, más abrigada...
Acierta con el material
- De lana: Son las mantas de siempre, aunque tras un proceso de restyling y un tacto algo más suave. Son buenas aislantes y mantienen muy bien el calor corporal. Además, filtran la suduración y eliminan la humedad, por lo que son una excelente opción para complementar la ropa de cama. Las de mejor calidad son las de lana merina.
- De mohair: Por su aspecto las conocerás. Y es que la lana de mohair, que procede del pelo de la cabra de Angora, se caracteriza por su estética "encrespada", un look que contrasta con su tacto extremandamente suave y acabado sedoso, con un punto de brillo. Las mantas de mohair son perfectas para vestir la cama o para complementar el sofá, ya que son muy decorativas. Además, son muy livianas.
- De algodón: Son el todoterreno de las mantas, ya que son resistentes y aceptan la lavadora. Además, son de tacto suave.
- De fibra polar: Destacan por su tacto muy suave y por ser muy ligeras. Son una opción perfecta para personas con sensibilidad o alergia a la lana.
- Acrílicas: Son la opción más económica y, si primas la funcionalidad, la más cómoda, ya que pueden lavarse sin problemas en la lavadora.