Más tranquila y relajada. En pocas palabras, más fiel al espíritu de El Mueble. Ése era el deseo de Carmen para la habitación de su hija Adriana, un tanto cansada de una decoración demasiado infantil y en tonos vivos. Adriana ya no es una niña y su habitación se merecía crecer con ella. Lo hemos logrado con unos pocos pero importantes cambios de mobiliario y una completa renovación textil. Ha sido una tarea sencilla, porque la base era excelente. El espacio es de por sí maravilloso, con amplios ventanales y una luz de lujo. También el mobiliario, unificado en blanco, nos daba un buen punto de partida. “Lo de las alfombras ha sido una idea genial”, nos comentó Carmen cuando las vio, porque sustituimos las antiguas, demasiado pequeñas y de colores llamativos, por otras dos de KP, más amplias y neutras. Después, cambiamos la zona de estudio, por una estantería con cajas -mucho más fácil de ordenar que el mueble antiguo-, unas sillas de aire clásico y un escritorio doble de VTV para que Adriana pudiera estudiar en compañía. Los toques finales fueron los cambios textiles: la colchoneta del sofá, las cortinas y los estores, la ropa de cama, los plaids y los cojines. Todos, en la misma gama de colores neutros y cálidos, a juego con los tonos del papel pintado. “Lo habéis logrado”, nos agradeció Carmen.
¡Qué paz!
Éstas fueron las palabras de Carmen cuando entró en la habitación de su hija una vez redecorada. Ahora, es perfecta para estudiar y tenerlo todo organizado gracias a los muebles de VTV realizados a medida y las mullidas alfombras.
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