Tu casa debe responder a tu estilo y a tu vida. Y dentro de ella, cada pequeño detalle también. Incluso el lavamanos. Porque no es lo mismo contar con espacio que tener que dejar salir antes de entrar. Ni tampoco ser dos que ser cinco que coinciden en horarios. El espacio, la practicidad y, por su puesto, tu gusto definirán el lavabo ideal para tu baño.
¿Mini o maxi?
Elige un lavamanos proporcional al espacio que tengas. Si tu baño es mini, mejor uno pequeño mural, es decir, colgado de la pared. Puedes elegirlo con perforación para el grifo o sin ella si lo vas a empotrar en la pared. Entre los más reducidos están los modelos esquineros. Si no, opta por los redondos: sin esquinas ocuparán visualmente menos y te permitirán moverte mejor.
Una balda de madera como mueble de lavabo es ideal para baños minis: es airosa, da espacio de apoyo, un look atemporal y más profundidad
Si lo quieres con encimera, elige un modelo con el lavamanos encastrado a un lado, no en el centro, así aprovecharás al máximo la superficie de la encimera como apoyo. Puedes incluso encontrarla con toallero incorporado, lo que te permite ganar el espacio de pared que usarías para colocarlo.
¿Volados o semiencastrados?
Los lavamanos de superficie hacen que debamos colgar el mueble lavamanos algo más bajo de lo habitual. Piensa que el lavamanos debe quedar a una altura del suelo de unos 85 cm. Teniendo esta medida como límite, sabrás dónde debes instalar el mueble y verás si el lavabo que quieres te resulta práctico o si debe ser más bajo para subir unos centímetros el mueble y ganar comodidad.
Cuestión de materiales
- Cerámica: Es dura y resiste bien las rayadas y los productos abrasivos.
- Porcelana: Tiene un acabado más suave y de esquinas más marcadas que la cerámica.
- Resina: Es un material sintético muy resistente a golpes, rayadas... y muy higiénico.
- Piedra: 100% natural pero más delicada. Resiste el calor y los golpes pero se puede manchar con facilidad, por lo que hay que limpiarla con un jabón neutro.
- Cristal: Lo puedes encontrar en muchos colores y es fácil de limpiar, pero en su contra tiene que se ven más las gotas de cal.
Olvídate del trapo y del espray limpiador
Apuesta por resinas sintéticas o piedra natural y sobre todo por lavamanos con encimera de una sola pieza, lo que elimina las juntas de unión y, con ello, la acumulación de suciedad difícil de limpiar. Si prefieres dos piezas separadas, es decir, una encimera y un lavamanos, mejor elige modelos encajados porque los de superficie o semiencastrados generan más rincones que hacen algo más complicada la limpieza.
Para cambiar tu lavamanos al mínimo coste elige un modelo que se adapte al tipo de instalación que tienes. Aprovecharás tomas y desagües de agua
Si aun así tus favoritos son los lavamanos de superficie, elígelos profundos; los más planos provocan más salpicaduras en la encimera, el suelo y el espejo.
¿Cuántos sois?
Si tienes espacio a lo largo, puedes poner dos lavamanos o un lavamanos alargado con dos grifos. Es la opción ideal para parejas que coinciden en horarios o para familias. Ganaréis tiempo y ahorraréis empujones y peleas.
A cada lavamanos, su grifería
- De apoyo: Es el sistema más habitual. Dependiendo de la altura de tu lavamanos, podrás elegir una grifería de caño alto, bajo o estándar.
- De encastre a pared: Libera espacio en la encimera pero requiere más obra al tener que empotrarse en el muro. Una solución para minimizar la obra es hacer un murete, con lo que ganarás una repisa como superficie de apoyo. Noken, de Porcelanosa, cuenta con el sistema Smart Box, que simplica al máximo la instalación.
- A suelo: Requieren instalar las tuberías por debajo del pavimento y se utilizan para lavabos exentos.
Con esta miniguía en tus manos, piensa en tus mañanas, en tus gustos y en hacerte la vida más cómoda y fácil. Darás con el lavamanos perfecto para tu baño.