Llega noviembre florido y hermoso

Con un cabecero forrado de tela de flores reavivarás el dormitorio. Elígela en tonos rosas y amarillos, a juego con los cojines y con una manta a los pies de la cama.

El papel pintado de flores es otra opción para decorar la pared del cabecero. Si lo escoges en tonalidades claras no te cansarás nunca y será más fácil combinarlo con los textiles del dormitorio.

Una mantelería alegre levanta cualquier servicio de mesa. Y mucho más si es de vistosas flores fucsias. Si a esto le sumas ilustraciones de acuarelas de colores complementarios conseguirás crear un ambiente de lo más armónico.

Busca una tela para los cojines que sea casi idéntica al papel pintado de la pared, como hizo la estilista Carmen Figueras, y dejarás a todos con la boca abierta. El resto de textiles, mejor en un tono suave y sin estampados.

Los bordados de flores no tienen por qué parecer antiguos si el motivo floral es lo suficientemente grande y los colores de los hilos, actuales. 

Las fundas nórdicas reversibles son ideales para crear dos ambientes en uno. Y podrás variar fácilmente los textiles de la habitación según la estación del año o el ánimo con el que te encuentres. Escoge una que tenga un estampado floral por uno de los lados y por el otro un color liso de un color vistoso.

 Esta vajilla de flores de Zara Home atraerá todas las miradas de la mesa. La cretona estampada de flores es de Upholstery.

Las mantelerías con estampados florales no están reñidas con las vajillas de motivos geométricos si los colores son complementarios.

Forra una estantería con papel pintado floral y cambiarás su aspecto. Completa la ecuación con detalles en madera natural y macetas con plantas.

 Los revestimientos de cerámica recuperados son una joya en casa, como este colocado en una cocina rústica.